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Urbanismo, Los Rodeos y asesinato de Carrero Blanco se dan la mano en la muestra 'Fotografías impactantes'

Imágenes del bárbaro desarrollo urbanístico de los últimos 30 años, los efectos de inundaciones marinas o incluso de las secuelas en el paisaje del accidente aéreo de Los Rodeos y el atentado de Carrero Blanco se exhiben en Tenerife en la muestra Fotografías impactantes.

La muestra, que se prolongará hasta el 15 de mayo en el Instituto de Estudios Hispánicos de Puerto de la Cruz, supone una retrospectiva de las cientos de imágenes que ha captado a lo largo de sus 30 años de profesión el aparejador Evaristo Fuentes, quien relata que ha ejercido “como reportero gráfico de mis propias obras”.

Evaristo Fuentes empezó a tomar imágenes porque, debido a su profesión, tiene que estar “a pie de obra” en un sector en el que siempre hay muchos accidentes -miles cada año en España, puntualiza- y esto le creó una relación “especial” con este tipo de siniestros.

Por ello el primer apartado de la exposición lo dedica a imágenes de accidentes laborales captadas “en cientos de obras”, casi todas en los municipios tinerfeños de Puerto de la Cruz y La Orotava.

También aparecen en la muestra fotografías de incendios “y del encuentro del fuego con el agua” en edificios ya construidos, como hoteles y conatos producidos en cocinas profesionales “por falta de preparación del personal o por no cumplir la normativa”.

Fuentes recoge además las imágenes de “un aluvión de aguas impresionante” registrado en febrero de 1966 en Puerto de la Cruz que llegó hasta un empaquetado de plátanos cercano al mar en el que se habían instalado familias humildes que habían huido de un incendio que asoló, cuatro días antes, las precarias instalaciones en las que vivían, actualmente el Parque de San Francisco.

Además hay fotos de otro temporal ocurrido en las cumbres tinerfeñas en noviembre de 1968, en el que fallecieron varias personas, así como los daños causados en las viviendas “baratas y mal construidas” de la barriada portuense de San Felipe.

Edificios singulares

Asimismo, el autor dedica un apartado a imágenes de edificios “singulares”, en sí mismos “un accidente” por su impacto visual, como las torres Kio de Madrid, la Agbar de Barcelona, o los dos nuevos rascacielos de Santa Cruz de Tenerife, que han dejado “pequeñito” al Auditorio de Santiago Calatrava.

Evaristo Fuentes subrayó además la “impactante” aglomeración urbana que durante 30 años ha experimentado Tenerife en zonas como La Orotava, Puerto de la Cruz, Candelaria y Las Caletillas, áreas deshabitadas hace tres décadas y a las que ahora la autopista divide en casas para los trabajadores y apartamentos y hoteles.

En su opinión, ser aparejador implica “pelearte todo el día con los empresarios que quieren ganar dinero, mientras que hay que controlar la calidad, el precio y las mediciones”, y en Canarias, como el resto de zonas turísticas españolas, se ha construido “de forma bárbara”.

Parar este ritmo es problemático, afirma Evaristo Fuentes, quien se considera un ecologista “nato” porque nació entre barrancos y fincas rústicas de La Orotava y ha visto cómo se ha estropeado todo este paisaje y la costa se está “masacrando”.

Quizás como aparejador haya contribuido a ello, confiesa Fuentes, quien critica además los efectos “terribles” en el paisaje de las “horribles” nuevas torres de alta tensión en Tenerife.

En la exposición se pueden ver además imágenes tomadas 20 años después del atentado contra Carrero Blanco, y en las que se percibe la cornisa afectada por la explosión del coche.

También incluye fotos tomadas cuatro días después de la colisión de dos “jumbos” en el aeropuerto de Los Rodeos, el mayor accidente aéreo de la historia y del que se han cumplido en marzo 30 años.

Fuentes fotografió en blanco y negro los restos de los aviones, entre ellos una cola, esparcidos por la carretera de La Esperanza, en un instante que recuerda como “desolador, con una amargura total y un impacto emocional tremendo”.

En la exposición se confrontan estas imágenes con otra tomada digitalmente y en color 30 años después, en la que ve otro jumbo de Iberia aterrizando “de forma impresionante” en el mismo aeropuerto.

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