El FMI propone un rol más destacado para su 'moneda' sin cuestionar el dólar
WASHINGTON, 10 (EUROPA PRESS)
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha propuesto a la comunidad internacional avanzar hacia una mayor presencia de los derechos especiales de giro (DEG), la moneda de reserva de la institución, en la reforma y estabilización del sistema monetario internacional.
A este respecto, Strauss-Kahn sugiere las ventajas de otorgar mayor relevancia a los DEG, a pesar de la resistencia demostrada por el sistema monetario internacional durante diversos episodios de la reciente crisis financiera y la confirmación del dólar como divisa de reserva.
“Incrementar las reservas globales en DEG contribuiría a ayudar a los países a cumplir con las reservas preventivas y proporcionaría, en el caso ser utilizados para denominar los activos financieros, un colchón contra la volatilidad de los cambios de divisas”, dijo Strauss-Kahn, quien destacó también la posibilidad de “emitir bonos denominados en DEG que pudieran convertirse en activos de reserva”.
Por otro lado, el economista francés sugirió que incorporar las monedas de algunos países emergentes como China a la cesta de divisas mediante la que se calculan los DEG “ayudaría al proceso de internacionalización de estas monedas, lo que sería beneficioso para el conjunto del sistema”.
No obstante, Strauss-Kahn admitió que este proceso debe aún salvar algunos obstáculos técnicos, como determinar cómo se comercializarían estos activos denominados en DEG, y conseguir un salto cualitativo en la coordinación internacional de las políticas.
NO TENEMOS LA RECUPERACIÓN QUE QUERÍAMOS
Por otro lado, Strauss-Kahn indicó que, a pesar de que en 2008 el mundo que conocíamos no llegó a su fin, sólo fue posible gracias a la extraordinaria coordinación internacional a la hora de ofrecer una respuesta para evitar “lo peor”.
“La recuperación en curso no es la recuperación que queríamos”, reconoció el director del FMI, quien señaló que el desempleo se mantiene en niveles récord, mientras las crecientes desigualdades de los ingresos se suman a las tensiones sociales.
Así, Strauss-Kahn advirtió de que los desequilibrios globales han vuelto y plantean las mismas cuestiones que suscitaban preocupación antes del estallido de la crisis, como la volatilidad y el volumen de los flujos de capitales, las presiones sobre los tipos de cambio y los excesos de reservas, que si quedaran sin respuesta “podrían sembrar las semillas de la siguiente crisis”.
