Los ganaderos canarios aseguran que el sector ''se encuentra en la UVI''
El representante de la organización ganadera canaria de vacuno, José Manuel Ponce, afirmó este viernes que es responsabilidad de la clase política evitar que el sector ganadero canario muera, ya que en estos momentos “se encuentra en la UVI”. En una rueda de prensa celebrada hoy en la capital tinerfeña por una amplia representación agrícola y ganadera se informó de que la crisis del sector se debe principalmente a la falta de nuevas subvenciones que equilibren las subidas de precios que se han producido en productos como los cereales o el combustible.
Según el presidente de la Cooperativa Agrícola y Ganadera de Los Realejos, Juan Farrais, otro de los causantes de la actual coyuntura del sector es el desequilibrio entre las ayudas destinadas a los productores importadores de leche en polvo y carnes congeladas con la que se otorga a los ganaderos isleños.
Recordó que ante la proposición del Gobierno regional en 2002 de elaborar los yogures con leche en polvo por la escasez de leche fresca, los ganaderos canarios mostraron que eran capaces de abastecer a los empresarios con 30.000 toneladas de leche fresca pero éstos rechazaron la oferta.
Además, añadió Farrais, según datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, se ha reducido a 7.000 las vacas de ordeño, mientras que entre 1992 y 1993 había en torno a 15.000 ejemplares.
Los sacrificios en el ganado vacuno también ha descendido en casi un 50%, al pasar de los 16.000 en 1992 a los 5.000 que se producen en la actualidad.
José Manuel Ponce manifestó que la crisis no sólo afecta a las vacas sino también a otros sectores como el ovino, el bovino y el caprino.
“Los únicos que se salvan un poco son aquellos productores caprinos que además elaboran y venden sus propios quesos”, añadió.
El que el 90% de las granjas canarias esté en manos de entidades financieras es otro de los síntomas de la crisis, indicó el presidente de la cooperativa.
Según Farrais, la solución pasa entre otras medidas porque la administración regional otorgue una ayuda económica de 12 céntimos por cada litro de leche para evitar que el aumento de los precios del pienso y el combustible los pague el consumidor final.
Además, solicitó el incremento en 150 euros de las primas al sacrificio para compensar la diferencia que existe entre la producción local y la que se importa y que se otorgue a los ganaderos un aval bancario que garantice al sector vacuno.
El representante de COAG Canarias en Tenerife, Miguel López, especificó que el Gobierno regional debe seguir el criterio que se sigue en la Península en relación a la devolución total del gasto del combustible a los ganaderos y no la propuesta de devolución del 30% del importe. Asimismo, reclamó la devolución total Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) para los ganaderos.
Nicolás del Valle, responsable de SAT ganaderías de La Palma, matizó que las islas no capitalinas aún se encuentran con más problemas como el de la doble insularidad, que encarece aún más el proceso productivo, por lo que “nuestro objetivo también es solicitar que se elimine las diferencias que tenemos con respecto a las islas capitalinas”.
Pero lo más importante para hacer frente a la crisis, afirmó José Manuel Ponce, es la unión de todos los ganaderos isleños ya que “si no nos unimos, nos morimos”.
Sería necesario hacer una Federación Regional de Agricultores y Ganaderos para luchar contra algunos “usureros de pienso para el ganado”, dijo el representante de la organización ganadera canaria de vacuno.
Añadió que si los políticos no actúan frente a la crisis “nuestros enemigos, los importadores de leche en polvo y productos cárnicos congelados, podrán poner la fecha de nuestro funeral en su calendario”.