Manifestación 'por un trabajo decente'
Más de mil trabajadores recorrieron este miércoles las calles de Santa Cruz de Tenerife para reclamar un trabajo decente, con motivo de la Segunda Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Representantes de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) en Canarias se dieron cita en el Pabellón de los Deportes de la capital tinerfeña para participar en una asamblea en la que reivindicaron un empleo “digno, estable, de calidad y en igualdad de condiciones”.
“Queremos un empleo que garantice una vida decente, que sirva como vehículo de desarrollo y promoción personal y en igualdad de condiciones”, señaló el secretario general de UGT en Canarias, Juan Francisco Fonte.
“Canarias tiene los peores indicadores en casi todo, ya está bien, queremos un trabajo decente y como es debido”, exclamó el secretario general de Comisiones Obreras en Canarias, Juan Jesús Arteaga.
La crisis se convirtió en la protagonista incuestionable de las intervenciones de todos los representantes sindicales a los que los participantes apoyaron con aplausos y vítores como “viva la clase trabajadora”.
El secretario de CCOO dijo que es el momento de “decir no al intento de los empresarios de utilizar la crisis para mantener su cuenta de resultados, de reducir los salarios y de abaratar los despidos”.
“No nos es indiferente la forma en que se salga de la crisis” añadió el representante de UGT.
Este encuentro sirvió de preludio a la marcha que posteriormente realizaron aproximadamente mil sindicalistas por las calles de las ciudad hasta la sede de la Presidencia del Gobierno canario, donde se procedió a la lectura de un manifiesto.
En este documento los portavoces sindicalistas se dirigieron a los gobiernos del G20 para reclamar que los programas de creación de empleo y la ampliación de la protección de los desempleados se conviertan en una prioridad y pedir la implementación urgente del Pacto Mundial por el Empleo, aprobado el pasado junio por la Organización Internacional de los Trabajadores (OIT) y que contó con el apoyo unánime de gobiernos y representantes de los trabajadores en todo el mundo.
Una regulación del sistema financiero internacional exigente que ponga fin a los paraísos fiscales, limite las retribuciones abusivas de los directivos e implante un impuesto universal a las transacciones financieros fue otra de sus peticiones.
En su intervención los sindicatos recordaron que el número de desempleados se ha incrementado en un millón y medio en el último año, la tasa de temporalidad se sitúa en un 25,2 por ciento y que por primera vez se observa que el porcentaje de contratos temporales en el sector público (25,4 por ciento) supera al del sector privado (25,2 por ciento).
Señalaron que en la actual situación de crisis los salarios negociados se han moderado, mientras los beneficios empresariales están creciendo por encima de la remuneración de los asalariados.
Se refirieron a la “escasa voluntad negociadora de la patronal CEOE”, que, según afirmaron, “ha provocado la ruptura del diálogo social y estancado la situación de los más de 1.500 convenios en fase de negociación”.