La maquinaria laboral, responsable directo del 15% de los accidentes
CCOO insiste en que “hablar de seguridad de las máquinas debemos diferenciar el cumplimiento de las normativas de comercialización de su uso como equipos de trabajo por otra. Existen disposiciones legales diferenciadas, unas dirigidas a los fabricantes de máquinas y otras a los usuarios, es decir, a los empresarios que las adquieren y a los trabajadores que las utilizan”.
“Para que puedan ser adquiridas y puestas en funcionamiento deben cumplir con unas reglas o estándares fijados: Llevar el marcado CE, ir acompañadas de una declaración CE de conformidad y tener un manual de instrucciones en castellano”.
Según el comunicado de CCOO, “el marcado CE de tipo, así como la declaración CE de conformidad, no son suficientes si no se ejerce el correspondiente control para la verificación del cumplimiento de los requisitos de seguridad del producto”.
“La adecuación de la maquinaria ya instalada y en uso en sus talleres; es necesaria la redacción, en su caso, de las normas de trabajo que permitan incrementar u optimizar las medidas de seguridad que se han de tomar en las distintas operaciones. Esta situación se agrava con la falta de información de los propietarios de las máquinas y, consecuentemente, de los trabajadores, además de la precariedad y la falta de medios que caracterizan los mecanismos de control de las Administraciones Públicas (Industria)”.
Desde la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO Canarias entienden “que la mejora de esta situación sólo es posible, mediante una planificación por parte del empresario, estableciendo una amortización adecuada de la maquinaria y realizando una planificación de las innovaciones tecnológicas que sean necesarias, además de desechar aquella maquinaria obsoleta, primando los motivos preventivos antes que los de producción”.
“Diseñar las labores de control y mantenimiento, la disposición de una correcta iluminación, ventilación y climatización de la zona de trabajo, así como el control del ruido y de las vibraciones que emiten los equipos, es una tarea integradora que nos ayudará a disponer de máquinas intrínsecamente seguras”, añade el sindicato.
Por tanto, “además de cumplir con lo establecido a nivel administrativo, establecer unas condiciones seguras de trabajo con las máquinas requiere no sólo velar para que ellas lo sean, sino que también es fundamental que su entorno sea correcto, que los trabajadores estén adiestrados y, finalmente, que la organización de todo trabajo conjugue una adecuada interrelación hombre-máquina”, concluye CCOO.
