El vino, el ''gran olvidado'' de la agricultura canaria
La producción de viñedos, con 18.000 hectáreas cultivadas en todo el Archipiélago, da de comer a 18.000 familias. Es el subsector de la agricultura isleña con más superficie cultivada. Sin embargo, desde la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo) lo tienen claro: “el vino es el gran olvidado de la agricultura canaria”.
Dicen que la unión hace la fuerza y, quizás por ello, pese a haberse creado hace apenas un año, Avibo ya engloba al 75% de todos los viticultores y bodegueros de Canarias. Una alianza que, hoy por hoy, lucha por sacar de la marginación a la que el Gobierno de Canarias ha llevado al sector del vino, fundamentalmente con su “injusto” reparto de las ayudas europeas.
Al respecto, Jesús Corvo, secretario de Avibo, admite que el sector vitivinícola está en “guerra” con el Gobierno regional, y más concretamente con su actual viceconsejero de Agricultura, Alonso Arroyo Hodgson, quien “por su comportamiento” ha sido declarado por esta asociación “enemigo del subsector vitivinícola de Canarias”. El representante de Avibo sostiene que durante años Alonso Arroyo viene demostrando su “animadversión” hacía los productores de vino de las Islas, que se materializa a la hora de acometer una de las principales tareas que tiene encomendadas: conceder ayudas y subvenciones financiadas por la Unión Europea, no consignadas en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Pese a que hace más de medio año que el viceconsejero no se entrevista con los representantes del sector vitivinícola, los responsables de Avibo pelean ante el Gobierno canario por conseguir un aumento de once millones de euros en la ficha financiera de la ayuda del Posei a la producción de vino -actualmente el sector percibe sólo 2,4 millones de euros-. Este incremento permitiría que el viñedo recibiese 1.700 euros por hectárea cultivada en lugar de los 600 euros actuales.
Plátano y vino, una comparación 'sangrante'
Para entender esta demanda, Corvo explica que la agricultura y ganadería de todo el Archipiélago recibe de Europa ?a través de las ayudas del Posei- alrededor de 199 millones de euros al año. Un dinero que el Ejecutivo autónomo reparte obviando los principios de “justicia, equidad y proporcionalidad” que obliga la propia UE.
En este sentido, el secretario de Avibo explica que, de esos 199 millones de euros, un total de 141 millones se destinan al sector platanero, mientras que los 58 millones restantes se reparten entre el grueso de agricultores y ganaderos de todas las Islas. El cultivo del vino recibe tan sólo 2,4 millones de euros, pese a ser el subsector con más hectáreas cultivadas en el Archipiélago ?un total de 18.000-. “Una ayuda que no llega ni a la categoría de limosna”, apunta el representante de Avibo.
No obstante, Jesús Corvo recalca que los 141 millones de euros que se lleva el sector del plátano tampoco se distribuyen de una manera justa entre los 10.200 agricultores que lo conforman. Así, un “pequeño lobby de 500 plataneros” se reparten 69 millones, mientras que los 9.700 plataneros restantes tienen que compartir los 65 millones que quedan.
Por eso, subraya Corvo, “nosotros no tenemos nada en contra de los plataneros, sino contra ese reducido grupo de 500 personas que se comen prácticamente todas las subvenciones para la agricultura canaria”. “Un lobby que ha hecho a su medida ?con el beneplácito del Gobierno de Canarias- el modelo de subvenciones y que ha conseguido sumir a la agricultura canaria en la desesperación, en el drama, en la tragedia”.
Protección respecto al vino foráneo
Otra de las principales demandas de los productores de vino en el Archipiélago es la protección del producto canario frente a los caldos importados. Y en este punto los miembros de Avibo no dudan: reclaman que, a través de la revisión del Arbitrio sobre la Importación y Entrega de Mercancías (AIEM), se grave en un 15% la importación de vinos.
Pedro Ramírez, socio propietario de bodegas Frontón de Oro -ubicada en La Lechuza, en el municipio grancanario de San Mateo-, manifiesta su preocupación por la desprotección del vino canario respecto a los vinos foráneos. “Mientras que la producción de cerveza en Canarias se defiende gravando con un 15% las cervezas que vienen de fuera, nosotros no tenemos ningún tipo de protección”, explica Ramírez, quien como el resto de integrantes de Avibo también exige una reforma del AIEM en este sentido.
Pedro Ramírez sabe muy bien lo “caro” que resulta producir en Canarias. “Todo lo tienes que traer de fuera, desde los tapones de corcho, hasta los simples separadores para las botellas en las cajas, pasando por las barricas de madera”. Un negocio que nunca resultará rentable si desde las administraciones no existe un compromiso real para apostar por el producto canario.
En definitiva, Pedro Ramírez no entiende cómo desde el Gobierno de Canarias no se exige a las grandes cadenas alimenticias, como norma para poder establecerse en territorio canario, una cuota de producto isleño en sus estanterías. “Es increíble que vayas a estos grandes establecimientos y no encuentres ni un sólo vino de las Islas”, lamenta el dueño de Frontón de Oro.