Un ingeniero apuesta por hacer una galería en la otra cara de Nisdafe “en lugar de seguir poniendo desaladoras” en El Hierro

“No hay sobreexplotación del acuífero porque sacaríamos menos agua de la que se infiltra en esa parte del acuífero. Podríamos sacar hasta 5 hectómetros, y hay una recarga entre 10 y 15", dice el ingeniero.

El Hierro Ahora

Carlos Soler Liceras, el ingeniero que dirigió los trabajos de la prolongación del Pozo de Los Padrones para solucionar la carencia de agua en El Hierro, apuesta por abrir una nueva galería que drene la parte baja de Nisdafe, en lugar de seguir apostando por el agua desalada, algo que considera erróneo.

“Proponemos una galería que drene Nisdafe que es la zona de la Isla donde más llueve, esa galería sacaría el agua por encima del nivel del mar, a la cota 70, con lo cual repartiríamos el agua por gravedad y a coste cero de producción. No afectaría tampoco al Pozo de Los Padrones porque sacaríamos el agua a 70 metros por encima de la de Los Padrones y a más de un kilómetro de separación”, explica el ingeniero.

Y luego lamenta que el modelo en la Isla sea ahora mismo el contrario: “El Hierro está bajando la extracción de agua subterránea para justificar la colocación de desaladoras. Se dieron cuenta de que es un negocio para las eléctricas y para el Cabildo, pero por más que se empeñen y digan, es muchísimo más caro desalar que extraer agua del acuífero”.

El Cabildo de El Hierro ha destinado 1,17 millones de euros (aproximamente 200 millones de pesetas) para sacar 1.700 metros cúbicos al día ampliando la desaladora del Golfo.

“Es decir, 20 litros por segundo, la quinta parte de lo que se consiguió con menos de un millón de euros (150 millones de pesetas que costó el Pozo de los Padrones). Con 300.000 euros menos (50 millones de pesetas) sacamos en Los Padrones 5 veces más agua de la que van a desalar. Y una galería nueva en Nisdafe no costaría más de 2 millones de euros”, señala.

“Con la inversión para ampliar la desaladora nosotros tendríamos la mitad de la galería perforada y más del doble del agua que pretenden desalar”, añade.

Carlos Soler tiene claro que “la política hidráulica de El Hierro está totalmente equivocada. Y no hablamos sólo del factor económico: como hemos visto la inversión de una desaladora es mucho mayor que la de un pozo o una galería; pero cuando ya tienes el agua, el coste de producción en una desaladora es enorme, no baja de 0,7 euros/metro cúbico. En el Pozo de los Padrones o el de la galería a construir sería a coste cero”.

Luego “hay que bombearla. Con lo que meter agua desalada, que ya en origen es cara, en todos los municipios es un proceso costosísimo, se convierte es una ruina para El Hierro. La única explicación para mantener este esquema, habiendo una alternativa que dejó clara Los Padrones, es que sea un negocio para Endesa y algún otro. Además está subvencionado por el Gobierno, con lo cual lo estamos pagando todos. Y finalmente la calidad no es comparable con la que saca Los Padrones o Frontera”.

El ingeniero recuerda que “ahora mismo el consumo anual de agua en la Isla es de 3’5 hectómetros cúbicos pero que algo más de una cuarta parte se pierde por la red del abastecimiento urbano, lo cual es una verdadera vergüenza. Y aún es más, si los herreros supieran que si se solucionaran esas pérdidas, toda el agua que necesita la isla la tendríamos con el Pozo de los Padrones, el de Frontera y el de Tigaday, y que si ellos quisieran el agua de Los Padrones podría estar en los grifos de todas las casas de la Isla”.

Soler aclara que en el caso de que se necesitara más agua se pueden hacer dos cosas: ampliar la galería del pozo de Los Padrones o irse a una zona y perforar una galería nueva directamente que drene la meseta de Nisdafe, “la zona de mayor recarga y la de mejor calidad de agua de la isla la atacaríamos por dos lados”.

Además señala que el agua que no se saca del acuífero se va al mar: “No hay sobreexplotación del acuífero porque sacaríamos menos agua de la que se infiltra en esa parte del acuífero. Podríamos sacar hasta 5 hectómetros, y hay una recarga entre 10 y 15. El agua subterránea es un recurso y siendo estrictos, necesitamos ahora 3 y cada año se infiltran hasta 15. Si nos los coges, se pierden en el mar. Estamos desperdiciando un recurso tremendo, de una calidad excepcional y en cambio el Cabildo se empeña en desalar agua”.

Problemas para la agricultura

El agua desalada es además un problema para la agricultura. El 80% de las sales del mar es cloruro sódico y cuando desalas queda el sodio descompensado que hace daño a las plataneras.

“Una desaladora provoca dos contaminaciones: consume petróleo, por mucha Gorona, que de eso también podríamos hablar. No hemos prescindido, ni lo haremos, de la central térmica. Y la desalación genera una dependencia porque el día que haya un problema de desabastecimiento de petróleo El Hierro se queda sin desaladoras”, advierte.

Y luego apunta que “por cada metro cúbico de agua desalada se genera otro metro cúbico de agua con el doble de sal. La salmuera se suele tirar al mar, afectando al litoral, pero aquí se está tirando en el acuífero a través de sondeos, lo que es una barbaridad que contamina el acuífero y acaba igualmente en el mar. Esto no es ni presentable ni sostenible”.

Carlos Soler recuerda finalmente que en el pasado mes de mayo, la presidenta del Cabildo, Belén Allende, reunió a todos los agricultores para comunicarles que iba a ampliar la desaladora de El Golfo, con lo que iba a pasar a que toda el agua de la agricultura sea desalada.

“Allí se levantó gente experta, como Jesús Rodrigo, catedrático de la Escuela de Ingenieros Agrónomos y dijo que era un disparate porque el agua desalada se puede cargar la platanera. Más tarde, en una congreso de sostenibilidad de los acuíferos, me llamaron de la comunidad de regantes del Valle para que los representara en una mesa redonda como consumidores. Pero la Presidenta no me dejó . Todo el Congreso iba en la línea de que el agua subterránea se acaba y por lo tanto hay que desalar. Y no me dejaron subir a esa mesa redonda a defender lo contrario”.

Y acabó diciendo: “Lo que proponemos con la extracción de agua del acuífero en vez de producirla mediante desaladoras es lograr tener en la Isla el agua de mejor calidad del Archipiélago y al menor precio, disminuir la producción de la central eléctrica en un 20% en vez de seguir aumentándola, eliminar la contaminación por salmuera en el acuífero y en la costa, evitar la dependencia del agua con el petróleo, romper el monopolio que están creando de agua-electricidad y que el agua la gestione el usuario en vez del Cabildo. Es hora de que el herreño se levante y ahora, con las elecciones, tiene su oportunidad”.

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