La fotovoltaica llega a los colegios canarios
Los proyectos de construcción de los futuros colegios e institutos que se produzcan en la Comunidad Autónoma de Canarias contarán con planta fotovoltaica. Cada instalación tendrá capacidad para suministrar 40KW en simultáneo y contará con baterías cuya capacidad de almacenamiento rondará los 20KW. Con ellas se podrá mantener en funcionamiento en horas de baja producción los servicios esenciales del centro, tales como alumbrado de pasillos, ordenadores de secretaría o medios de evacuación.
Demetrio Suárez, director general de Centros e Infraestructura Educativa del Gobierno de Canarias, ha declarado que cada instalación se diseñará “con la posibilidad de verter a la red los excedentes que se produzcan, por lo que se deberá realizar un balance en el tiempo, aún por determinar por parte del Estado”.
Desde Centros e Infraestructura Educativa se apuesta por el sistema de balance neto consistente en que la energía sobrante se inyecte a la red, en festivos y vacaciones que no hay consumo, a cambio del derecho a consumir la electricidad equivalente cuando sea necesario. “Luego la compañía suministradora hará la valoración y abono o cobro en su caso de la energía consumida o la energía suministrada”, puntualiza Suárez.
Para Suárez los sistemas de producción de energía fotovoltaica son métodos no contaminantes, que contribuyen a reducir las emisiones de gases nocivos (CO2, SOx, NOx) a la atmósfera al utilizar recursos locales de energía y evitar la dependencia del mercado exterior del petróleo.
Ventajas del autoconsumo
Según el director de Centros e Infraestructura Educativa, “el autoconsumo fomentará el empleo y la actividad económica en el sector de las energías renovables”.
“Esta implantación aumentará la demanda de paneles solares y permitirá la creación de empresas locales de servicios energéticos para instalar y mantener las centrales domésticas. Ahora que las primas a las energías renovables se han suprimido en España, el autoconsumo puede asegurar el futuro del sector”, razona.
Son varias las ventajas que aporta este nuevo sistema de autoconsumo. Según calcula el Instituto para el Ahorro y la Diversificación de la Energía, la primera es el ahorro, ya que al producir parte o toda la energía consumida la factura eléctrica se puede reducir un 80-90%.
También afirman que, si se tiene en cuenta la subida continuada de los precios de la electricidad (un 40% desde 2005), “producir energía resultará más rentable que comprarla en una fecha tan próxima como 2015”.
Una segunda ventaja del autoconsumo es que, “como la electricidad no recorre amplias distancias, se evitan las pérdidas de energía en la red”. Con el actual modelo de generación centralizada, “un 10% de la energía eléctrica se pierde durante el transporte y la distribución, con un coste anual de 2.000 millones de euros”, recuerda el Instituto.
Un tercer beneficio del autoconsumo es que “la producción se realiza con tecnologías limpias, lo cual reduce el uso de combustibles fósiles y la dependencia energética”.
Por tanto, la energía fotovoltaica se presenta como la “fórmula más adecuada para generar electricidad destinada al autoconsumo en los centros escolares” por tres motivos. Debido a su avanzado nivel de desarrollo, que permite conectar directamente las placas solares a la red propia; a los precios a la baja, ya que el coste de los paneles solares ha caído un 70% en los últimos cuatro años; y el hecho de que la electricidad se produce de día, que es cuando más se consume.