Noemí Santana: “Si Podemos se convierte en un partido tradicional, morirá”

Noemí Santana, gracias a ser la portavoz de Podemos en el Parlamento de Canarias y a sus 'cara a car' con el presidente Fernando Clavijo, es quizás el rostro más conocido de la formación morada en las Islas. Más que Meri Pita (a la que aspira a suceder al frente de la Secretaría General de Podemos Canarias) y Alberto Rodríguez (lanzado al estrellato gracias a una impagable portada de ABC el día de la constitución de la Legislatura estatal fallida).

Santana, que encabeza la candidatura Lo mejor está por venir, busca volver a los orígenes de un Podemos que “enamoró a la gente” porque era más “un movimiento ciudadano que un partido político”. Solo así considera que se volverán a llenar las asambleas y las urnas en 2019 para propiciar un cambio en un gobierno de Canarias que lidera desde 1996 Coalición Canaria (CC)

-Fue la última en apuntarse a la carrera a la Secretaría General de Podemos pese a que todo el mundo daba por sentado que lo haría. ¿Por qué tardó tanto?

-Porque decidimos respetar los tiempos de la organización, respetar el calendario marcado y no usar mi posición de cara visible de Podemos para partir con ventaja respecto a otros compañeros y compañeras que se quisieran presentar. El equipo de Lo mejor está por venir decidimos participar en los espacios de encuentro y trabajo en todas las islas y eso es lo que nos diferencia de otras candidaturas, que hemos trabajado de abajo a arriba y no al revés, con asambleas abiertas a todos y de ellas ha nacido este proyecto.

-Es curioso que a usted siempre se la ha señalado como del aparato de Podemos y, sin embargo, sea ahora Concepción Monzón la tildada de oficialista, cuando lo lógico es que fuese usted ¿no?

-Siempre me he sentido como una más, de las bases. Empecé en Podemos desde el minuto menos uno, desde ese manifiesto Mover ficha cuando ni siquiera existía Podemos como tal y participé muy activamente de cara a la campaña europea y por eso formé parte del equipo técnico de Vista Alegre, pero no creo que eso signifique ser del aparato, sino que se valoró mi trabajo como militante, donde no he dejado nunca de expresar cuales son mis ideas dentro de Podemos, aunque no siempre sean coincidentes con las del resto. De hecho, si hay cuatro candidaturas distintas es porque no pienso igual que ellos.

-¿Y en qué se diferencia?

-Queremos un Podemos más descentralizado, con paredes de cristal, donde no se tutorice a los círculos ni a las asambleas y que sean ellas las que tengan el poder para decidir y se quiten los calzos actuales para que puedan rodar como al principio, para que vuelvan a ilusionar y enamorar. Y para eso más del 70 por ciento de las personas de nuestra lista no han ocupado ningún puesto orgánico, así que nuestro proyecto es bastante renovado.

-¿A qué aspira 'Lo mejor está por venir'?

-A recuperar el espíritu del Podemos de las elecciones europeas, esa esencia y ese ADN del Podemos inicial y, sobre todo, luchar para que no se convierta en un partido tradicional porque moriría. Más que un partido al uso, pues eso me aterra y quiero combatir, debe ser un movimiento ciudadano.

-Pues para no querer ser un partido tradicional, las maneras apuntan en otra dirección. Me refiero a las críticas de Asunción Delgado, por ejemplo, diciendo que el aparato ha secuestrado a las bases, o del candidato Juan Márquez asegurando que usted y Monzón han castigado a Delgado en el Parlamento de Canarias. Esas criticas suenan a lenguaje de casta, ¿no?

-No voy a entrar a debatir esas críticas. Nosotros fundamentamos nuestro proyecto en el trabajo, en las ideas y en eso nos hemos basado en todo el proceso de cara a la Asamblea Ciudadana Canaria, en contar a la gente nuestras ideas para mejorar a Podemos, porque se han hecho muchas cosas bien, pero también hemos fallado en unas cuantas.

-¿En qué han fallado?

-Por ejemplo, en haber estado mucho tiempo discutiendo, hablando de nuestros problemas, de nuestros conflictos, mirándonos el ombligo en vez de levantar la vista, mirar hacia fuera y ver que en Canarias hay mucha gente que lo está pasando mal y está carente de que se les escuche y se les resuelva sus problemas. Y eso es lo que queremos, un Podemos de la gente, porque solo un Podemos construido con la gente va a ser fuerte y capaz de ganar las elecciones en 2019.

-¿Pero esos conflictos internos no son debidos a la propia génesis y evolución de un partido que en tres años ha pasado del cero a entrar de forma potente en las instituciones?

-Podemos nació con muchísima ilusión gracias a la energía de mucha gente que apostó por este proyecto que venía a cambiar las cosas, a modificar la situación convirtiendo toda la indignación que había en las calles en un cambio político. Tres años en los que los diversos procesos electorales nos hicieron funcionar más como una maquinaria electoral que como una fuerza política. Pero esos tiempos han pasado y ahora toca la reflexión y la madurez. Hemos demostrado en las instituciones que no solo veníamos a hacer ruido y que hacemos un trabajo eficaz. En el Parlamento hemos presentado más de 1.500 iniciativas y quienes más proposiciones de Ley hemos presentado de todo el arco parlamentario, que sabemos dialogar y pactar. Por eso es hora de mostrar que sabemos tener un pie dentro de las instituciones, pero también mil pies en las calles para ser un movimiento de desborde ciudadano.

-Las listas adversarias a la suya también tienen la misma filosofía de volver al espíritu inicial

-La diferencia es que nosotros nos lo creemos. Hemos empezado desde abajo con procesos participativos. Ha sido la gente la que ha decidido nuestra lista porque no queremos ser una suerte de cúpula que designe a nadie y queremos que sea la gente quien decida. Por ejemplo, igual que participamos para firmar pactos, la gente debió ser consultada a la hora de salir de equipos de gobierno en Gran Canaria, pues así habríamos dado una lección de democracia a todos los que nos acusan de autoritarios.

-¿Si usted gana contaría con sus oponentes a la hora de conformar la dirección regional o los apartará como pasó con Iñigo Errejón?

-No creo que se haya dado ninguna patada a Íñigo Errejón, sigue siendo miembro de la Ejecutiva y hubiera sido un error no contar con un compañero tan valioso hasta el punto de que podría ser quien encabece la candidatura de Podemos a la Comunidad de Madrid. A mi me hubiera gustado que hubiera habido una candidatura de unidad, pero las conversaciones no fraguaron y tampoco es una tragedia que sea la gente quien decida por cual de los proyectos se decanta.

-Reformulo la pregunta, ¿usted hará una dirección respetando escrupulosamente los resultados porcentuales de sus adversarios?

-No voy a pasar la guillotina a nadie y todas las sensibilidades estarán representadas, pero está claro que quien gane debe tener su equipo de confianza, aunque integrando a otras personas con otras ideas, porque eso enriquece.

-¿Si gana la Secretaría General impulsará presentar una moción de censura a Fernando Clavijo?

-Al igual que hemos demostrado que era necesario presentar una moción de censura a Mariano Rajoy poro todo el lodazal y el fango en el que está envuelto el PP, si al final el presidente es investigado judicialmente, lo que antes era ser imputado, por mala praxis en el Ayuntamiento de La Laguna, por el caso Grúas, aunque no haya mayoría suficiente en el Parlamento es necesario presentar una censura por sentido común y para que la ciudadanía sepa que no todos somos iguales y cada partido se retrate. Nos da igual que el PP ya esté en el Gobierno o no lo esté, lo que nos importa es la situación judicial de Clavijo y si está o no está imputado por corrupción y malversación de fondos.