Juan Carlos Monedero: “No contemplo ninguna posibilidad factible de gobernar siendo tercera fuerza”
Juan Carlos Monedero tiene una participación muy activa en la campaña: veintitrés actos en poco más de quince días, entre ellos en Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, donde ha estado en un mitin y en A Casa, la sede de la Fundación Saramago: “Hay gente que son los antepasados de Unidos Podemos, de dónde venimos, gente que nos está mirando y nos marca una línea que no se puede traicionar y nos ayuda a ser coherentes”.
Pedro Sánchez asegura que no va a hacer presidente a Pablo Iglesias. ¿Tiene Unidos Podemos más posibilidades de gobernar si es la tercera fuerza más votada que si es la segunda?
No contemplo ninguna posibilidad factible de gobernar siendo tercera fuerza. El PSOE lleva un tiempo sin leer bien lo que está pasando en España y sigue hablando un lenguaje que la gente ya no entiende a unos votantes que no tiene, con una lógica militante que ya no existe. Es un hecho que ya no es ni la primera ni la segunda fuerza, y eso hace que Sánchez afirme cosas que no están en consonancia con lo que pide su militancia, que es un gobierno de cambio entre Unidos Podemos y el PSOE. Esas frases son típicas de procesos electorales que se las lleva el mes de julio.
¿La militancia del PSOE está más a la izquierda que sus dirigentes? Sin embargo, los militantes ratificaron el acuerdo con Ciudadanos.
No es una cuestión tan nítida de izquierda-derecha. En el Siglo XXI estamos reinventando la política desde algo más amplio y más flexible. Caminamos hacia fórmulas como de frentes amplios, donde hay identidades más definidas y algún partido que actúa como nave nodriza, que es el papel que hace Podemos, pero que responden a un aire de familia que en momentos de cambio expresa su necesidad. Es como una malla donde presionas y los nódulos se tensan. En este siglo no hay ninguna identidad fuerte que pueda articular una formación política y eso nos va a llevar a ser más dialogantes y menos patriotas de partido. Los militantes reclaman eso, un encuentro para salir de la legislatura más dura desde que se restauró la democracia. Forzaron una encuesta acelerada en el PSOE, que Sánchez la había planteado inicialmente para el acuerdo con Podemos, y sobre la marcha le da la vuelta al acuerdo. Es parte del callejón sin salida en el que está el PSOE. Insistir en un acuerdo que se debe a la banca, con Luis Garicano, que es un hombre de Liberbank y de Fedea, que es incompatible con una política socialdemócrata. Ciudadanos emerge cuando UpyD decide hacer la querella contra Bankia, y estos sectores que estaban pensando en el recambio, se dan cuenta que UPyD no son muy de fiar y empiezan a inyectar dinero y apoyo en Ciudadanos. Por eso es sorprendente que Sánchez insistiera en la abstención de Podemos. Es pedir cosas que están fuera de toda lógica. El bipartidismo, en su desesperación, tiene miedo de que entren fuerzas políticas que están fuera del campo de la política tradicional, y personas que no se van a quedar en la política. Pactan con quien haga falta y exigen cosas imposibles a ver si convencen que no se levanten las alfombras.
¿El acuerdo con IU es un ejemplo de ese frente amplio? ¿Por qué no se hizo hace seis meses?
Es un ejemplo porque en diciembre, los partidos, desde lógicas más tradicionales, fueron incapaces de encontrarse, y seguramente había buenas razones, discusiones que llevaban a callejones sin salida en términos de puestos, símbolos, logos, presencias, deudas, nombres.. y fue la ciudadanía la que presionó. Es la primera vez que la ciudadanía presiona a los partidos y los obliga a mandar obedeciendo. Por eso esta unidad genera la ilusión que está generando, porque refleja la voluntad popular de no permitir que con menos del 30% de los votos, el PP saque mayoría.
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