La Audiencia Nacional investigará la muerte del cabo Cristo Ancor
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha abierto una investigación sobre el atentado que costó la vida este miércoles en las proximidades de Herat (Afganistán) al cabo Cristo Ancor Cabello Santana y causó heridas a otros cinco militares españolas, informaron este jueves fuentes jurídicas.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, que se encuentra de guardia esta semana, es competente en esta materia al tratarse de un delito terrorista sufrido por un español en el extranjero.
Por otro lado, fuentes del Ministerio de Defensa adelantaron que la mina antitanque que el miércoles acabó en Afganistán con la vida de Cristo Ancor estaba compuesta por una carga de quince kilogramos de explosivo.
La estimación de carga explosiva forma parte de los primeros análisis realizados sobre el terreno por los especialistas del Ejército de Tierra desplazados el miércoles al lugar de la deflagración, en la zona de Shinwashan, al este de la ciudad de Herat.
Esta carga explosiva supera ampliamente las de las dos minas utilizadas anteriormente por la insurgencia para atentar contra las tropas españolas desplegadas en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).
El primer ataque de este tipo contra el contingente español fue perpetrado el 8 de julio de 2006 con una mina antitanque cargada con unos cuatro kilogramos de explosivo y acabó con la vida del soldado paracaidista Jorge Arnaldo Hernández Seminario.
Meses después, el 21 de febrero de 2007, la insurgencia volvió a emplear una mina anticarro en el atentado que mató a la soldado Idoia Rodríguez Buján. En aquella ocasión, el artefacto contenía una carga de unos 6,5 kilogramos de explosivo.
Misión de seguridad
El Departamento que dirige Carme Chacón explicó que el vehículo formaba parte de una sección que realizaba una patrulla de reconocimiento y seguridad, con la misión de “hacer presencia” y desmantelar check points ilegales en el distrito Pasthun Zarghun, al este de Herat.
La configuración de la patrulla -nueve vehículos blindados BMR, un vehículo táctico VAMTAC y un camión de recuperación de vehículos-, pretendía “garantizar la máxima seguridad”. Incluía, entre otras, las capacidades de reconocimiento y desactivación de explosivos, apoyo aéreo táctico y role 1.