Cameron pronostica un “difícil” 2011 para Reino Unido
LONDRES, 31 (Reuters/EP)
El primer ministro británico, David Cameron, ha adelantado que 2011 será un año “difícil” para Reino Unido, debido al plan de reducción del gasto público que ha supuesto importantes recortes, al tiempo que ha expresado también su confianza en que el país logrará superar esta prueba.
“2011 va a ser un año difícil, ya que hemos dado duros pero necesarios pasos para solucionar las cosas”, dijo Cameron, durante el discurso de Año Nuevo dirigido a la nación, en referencia al programa de ajuste de las cuentas públicas que prevé una reducción del 19 por ciento del gasto en los próximos cuatro años, con el fin de reducir un déficit que ronda el 10 por ciento.
Estas medidas han supuesto un duro golpe para algunos sectores, especialmente para el funcionariado, donde se perderán cerca de 330.000 puestos de trabajo, y el estudiantil, que deberá soportar una significativa subida del precio de las tasas universitarias, algo por lo que se han producido ya diversas manifestaciones.
Además, Cameron advirtió de que a estas medidas se sumarán otras similares a lo largo del próximo año, debido a la necesidad de dar continuidad a dicho plan para que surta los efectos deseados. “Tenemos un plan creíble para restaurar la confianza en nuestra economía, pero tenemos que seguir con el trabajo pesado”, apuntó.
“Los planes que tenemos son duros, de hecho son increíblemente difíciles, pero debemos tener claro que la alternativa --la indecisión o el retraso-- significaría asumir riesgos inaceptables para nuestra economía, nuestro país y nuestra población”, insistió.
No obstante, el 'premier' confió en que las políticas adoptadas por su Gobierno de cara al próximo ejercicio, orientadas principalmente a la creación de empleo, surtirán efectos positivos sin gran dilación. “Juntos podemos hacer que 2011 sea también el año en que Reino Unido vuelva a ponerse de pie”, aseveró.
LA AMENAZA DEL TERRORISMO
Más allá de la cuestión económica, Cameron aludió también a otras amenazas para el país, entre las que destacó el terrorismo internacional. “La Policía y las agencias de Inteligencia trabajan a contrarreloj para frustrar acciones que harían un daño terrible a nuestra población y nuestra economía”, indicó.
“Debemos preguntarnos qué tipo de país somos permitiendo que el radicalismo envenene las mentes de algunos de nuestros jóvenes musulmanes, que se plantean y, en algunas ocasiones, llevan a cabo horribles actos de barbarie”, cuestionó.
En los últimos años, Reino Unido se ha convertido en uno de los blancos de grupos terroristas islámicos. El peor de estos ataques fue el acaecido el 7 de julio de 2005 contra la red de transporte público de Londres, en el que varios terroristas suicidas acabaron con la vida de 52 personas.