La CDU de Merkel pierde en el estado de Hesse pero mantiene Baja Sajonia
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel sufrió una derrota en el estado de Hesse en las elecciones regionales celebradas este domingo, pero la victoria del Partido Socialdemócrata (SPD) es tan ajustada que confía mantenerse en el Gobierno con la ayuda de los liberales del FPD.
Más claros para la CDU se presenta el escrutinio en Baja Sajonia, donde también gobernaba hasta ahora y donde seguirá siendo con mucha diferencia la fuerza más votada, según los sondeos a pié de urna.
Junto al retroceso en Hesse de la CDU, de las votaciones de este domingo en Alemania destacan los resultados del Partido de la Izquierda, formación asociada a la antigua Alemania comunista que, según los pronósticos, entrará por primera vez en Parlamentos del oeste.
“La noche será larga y confiamos en que el primer ministro Roland Koch podrá continuar en Hesse su exitoso trabajo”, declaró el secretario general de la CDU, Roland Pofalla, tras la difusión de los primeros sondeos por parte de la televisión pública ARD.
Koch, que tardó una hora y media en comentar esos sondeos difundidos tras el cierre de los colegios electorales, se manifestó en los mismos términos y pidió “paciencia, porque hasta que no acabe el recuento de votos -dijo- no se sabrá quien formará Gobierno”.
Según los sondeos de la ARD, la CDU ha logrado un 35,5% de los votos, lo que supone un retroceso de 13 puntos respecto a las elecciones de hace cinco años.
Su rival, el SPD experimentó, por el contrario, un notable avance, si bien el 37,5% de los sufragios que le atribuyen las estimaciones es insuficientes para formar Gobierno.
La candidata socialdemócrata, Andrea Ypsilanti, se declaró, sin embargo, victoriosa y anunció a sus votantes que “el SPD está nuevamente aquí, con el objetivo de una justicia social para todos”.
Para hacer realidad esa promesa, Ypsilanti necesitará aliados, pero su socio natural, los Verdes, han logrado sólo un 8%, lo que sumado a la cuota del SPD da un 45,5%.
La CDU y su aliado, los liberales del FDP, sumarían, a falta del recuento total de votos, un 45%.
Los ex comunistas del PDS pueden entrar en el parlamento
Las opciones de Ypsilanti podrían incluso menguar si, como apuntan los pronósticos de la cadena de televisión N-TV, el Partido de la Izquierda obtiene un 5% de los votos, el mínimo necesario para acceder al Parlamento regional.
El SPD rechaza una alianza con el Partido de la Izquierda, que agrupa a antiguos comunistas y disidentes del SPD, entre ellos el ex presidente socialdemócrata Oskar Lafontaine.
Koch, cuya campaña electoral, agresiva y polarizante, fue muy criticada, achacó el avance del SPD a la “gran movilización de electores que logró la izquierda” y advirtió de las consecuencias que tendrá para Hesse una política irresponsable.
Pofalla añadió a la tesis de la movilización de Koch la incapacidad de su formación a la hora de “transmitir” al electorado las propuestas de la CDU en el tema criminalidad juvenil.
Koch aprovechó la agresión a un jubilado alemán en el metro de Múnich por un turco y un griego para arrancar su campaña proponiendo la expulsión de jóvenes delincuentes extranjeros, sugerencia que sumó a otras como rebajar la mayoría de edad penal a los 14 años.
“Es posible que los electores tuvieran la sensación de que esa era el tema de nuestra campaña”, lamentó Pofalla, quien a la espera del recuento de votos en Hesse destacó la victoria de su partido en las segundas elecciones regionales, en Baja Sajonia.
Tal como aventuraban las encuestas, el primer ministro Christian Wulff, mantuvo a la CDU a la cabeza en Baja Sajonia con un 44% de los votos, muy por delante del SPD, que se hizo con un 29,5%.
Wulff mantendrá así el gobierno de coalición con los liberales del FDP, que obtuvieron un respaldo electoral del 8%.
“Vamos a seguir gobernando con el FPD desde un gobierno con una mayoría superior al 50%. Estoy muy orgulloso”, declaró Wulff, que, tras la derrota de Koch, ya hay quien le considera el número dos de la CDU y eventual sucesor de Angela Merkel en el caso de que ésta pierda las elecciones de 2009 y tenga que dimitir.
Las elecciones regionales en Baja Sajonia y Hesse, primeras del calendario electoral 2008, se consideraban decisivas para la coalición que lidera Merkel, junto a los socialdemócratas y un test de cómo serán las generales de dentro de dos años.
“Qquedó claro cuales son los temas que interesan a la gente y quedó claro que el SPD tiene propuestas y respuestas”, afirmó el presidente de esa formación, Kurt Beck.
En Baja Sajonia y sobre todo en Hesse, el SPD puso por primera vez a prueba electoral el giro a la izquierda programático adoptado en el último congreso y que a juicio de Beck supone el retorno de la socialdemocracia a sus orígenes.