Comienza el recuento de los millones de votos de las elecciones sudanesas
JARTUM, 16 (Reuters/EP)
Sudán comenzó este viernes a contar los millones de papeletas electorales después de cinco días de votación en las primeras elecciones multipartidistas que el país africano celebró en 24 años, unos comicios que se han visto afectados por el boicot de diferentes partidos y por las acusaciones de fraude.
A pesar de las décadas de guerra civil y de que su población esté fuertemente armada, los comicios presidenciales y legislativos han presenciado una votación sin incidentes, lo que supone un paso hacia adelante para este país que quiere volver a una democracia antes de que el año que viene se celebre el referéndum para Sur de Sudán.
Por su parte, Tamam, una alianza de más de 100 grupos de observación sudaneses, afirmaron que los comicios han sido una farsa. “El proceso ha sido una gran farsa, han sido fraudulentos”, afirmó un miembro de la alianza, Al Baqer Alaziz.
Los comicios nacionales parlamentarios para 17 escaños han tenido que ser retrasados debido a los errores en las papeletas electorales o por las confusiones en los colegios electorales. Los observadores sudaneses en la capital del sur, Juba, también hallaron fallos en el dominante Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM).
“Hay una tendencia preocupante en Juba de observadores a los que se les impide realizar su derecho a supervisar el proceso electoral”, afirmaron los observadores en un comunicado. Mientras, los supervisores internacionales emitirán sus informes a lo largo de esta semana. La oposición sudanesa y la sociedad civil han acusado a la comunidad internacional de ignorar las extensas irregularidades.
“Los tecnócratas de la comunidad internacional (...) han elegido hacer la vista gorda a todos los actos de corrupción, y de la pobre capacidad técnica de la comisión electoral”, aseguró hoy una activista, Hala al Karib. “Muestra que Sudán está al final de las prioridades de la comunidad internacional”, añadió.
Parte de los principales rivales del presidente, Omar Hassan al Bashir, se retiraron de las elecciones alegando que el partido gobernante había manipulado las mismas con irregularidades en el censo y el registro electoral.
Al Bashir espera, según los analistas, que una victoria legitime su Gobierno y desafíe la orden de arresto que emitió el año pasado el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra y contra la Humanidad en la región de Darfur, pero el boicot de la oposición puede negarle la credibilidad que necesita.