EEUU presta a Francia micrófonos para hallar las cajas negras del Airbus
La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA, según sus siglas en francés) encargada de averiguar las causas del accidente del Airbus A330 de Air France que el pasado 1 de junio se precipitó al Atlántico con 228 pasajeros a bordo no tiene “elementos nuevos” sobre lo sucedido pero está más cerca de alcanzar este objetivo, según el director del organismo, Paul-Louis Arslanian.
Mientras, prosiguen las labores para tratar de localizar las cajas negras del aparato y para ello la Armada norteamericana ha prestado a las autoridades galas micrófonos submarinos (TPL) para detectar la señal que durante al menos 30 días emiten las balizas.
En una rueda de prensa destinada a explicar la organización de los trabajos de búsqueda de los restos del aparato, los cuerpos y las cajas negras del avión, Arslanian pidió “mucha prudencia y mucha paciencia” y puso de relieve las dificultades de la tarea.
“Las condiciones allí no son fáciles porque la superficie de búsqueda es inmensa, el tiempo no es siempre bueno porque hay corrientes y tanto las piezas del aparato como los cuerpos no siempre están en la superficie”, ilustró el responsable de la BEA.
“Honestamente, no digo que sea fácil, repito que hacemos todos el máximo posible pero, a pesar de todo, teniendo en cuenta todo el trabajo que se ha hecho y todo lo que tenemos, pienso que puede que nos acerquemos, efectivamente, un poco más al objetivo”, agregó Arslanian. “El objetivo -apostilló- es saber lo que ha pasado”.
El director de la BEA dio no obstante por hecho que no se recuperará la totalidad del avión y que todos los cuerpos que se encuentren se recuperan, pero dijo no saber cuántos se hallarán. “No podemos decir hasta dónde se podrá ir pero sí que todo el mundo hace el máximo posible”, indicó.
Arslanian apuntó igualmente que en la zona aeronaútica del vuelo de Air France AF 447 entre Río de Janeiro y París no se recibió ningún mensaje indicando la existencia de algún problema.
Advirtió igualmente contra todas aquéllas personas que hablan en nombre de la investigación basándose en elementos que la BEA no ha hecho públicos y que, por lo tanto, o bien están incompletos o bien están mal presentados e incluso pueden ser “totalmente erróneos”.
Por otro lado, informó de que el organismo que dirige no ha recibido información del resultado de las autopsias practicadas por las autoridades brasileñas a los cuerpos recuperados del vuelo siniestrado porque el forense de la BEA no ha sido autorizado a participar en las mismas. En todo caso, Arslanian dijo que no quería entrar en “peleas estériles” con Brasil.
Por su parte, el especialista de la BEA Olivier Serrante detalló que el ámbito de búsqueda de restos y cuerpos es muy amplio y se realiza en un contexto “desfavorable”, así como que se constata una deriva de los cuerpos hacia el norte. Asimismo, es muy probable que los restos se encuentren muy dispersos, al no tratarse de un mar cerrado.
Un radio de dos kilómetros
En cuanto a las balizas de las cajas negras, que cuando están sumergidas emiten durante un mínimo de 30 días con una frecuencia de 36.5 megaherzios y un impulso por segundo, advirtió que se encuentran a una gran profundidad y que su radio de acción es de un máximo de dos kilómetros.
El desafío es por tanto sumergir micrófonos para llevarlos lo más cerca posible de la zona de emisión de la señal, que es difícil de escucharse en la superficie debido al ruido y a las diferentes capas de salinidad.
El operativo que está trabajando en esta misión es el buque francés Pourquoi Pas y dos remolcadores encargados de llevar los hidrófonos que la Armada norteamericana ha prestado a Francia para esta operación, micrófonos concebidos para encontrar las cajas negras.
Desde ayer estos dos barcos están buscando la emisión sonora de la baliza. Mientras, a bordo se encuentra un equipo tradicional integrado por miembros de la BEA, un investigador del Reino Unido, un asesor de Air France y otro de Airbus.
El submarino nuclear francés Emeraude y el material de localización direccional podrá llevarse lo más cerca de la fuente de emisión de sonido una vez que la prelocalización se haya realizado, explicó el experto, que hablo de una “verdadera carrera contra el reloj”.