Más de 60 fallecidos en respuesta al asalto de la Mezquita Roja
Más de sesenta personas, la mayoría agentes de las fuerzas de seguridad, han muerto este fin de semana en una ola de ataques en el noroeste de Pakistán que, según las autoridades, pueden ser una respuesta al reciente asalto a la Mezquita Roja de Islamabad.
Al menos 20 personas perdieron la vida y más de 50 resultaron heridas en un atentado suicida en un centro de reclutamiento de la Policía en la Provincia de la Frontera del Noroeste, informó una fuente oficial citada por el canal privado Geo TV.
El agresor hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en el centro policial de la ciudad de Dera Ismail Khan, donde se habían reunido los aspirantes para un examen de ingreso al cuerpo de la Policía.
El ataque tuvo lugar a las pocas horas de que otras 17 personas murieran, entre ellas 12 agentes de seguridad y cinco civiles, en un atentado con explosivos contra una patrulla militar en el valle de Sawat, en la misma provincia.
El sábado, 30 militares murieron y unos quince resultaron heridos en otro atentado suicida contra una patrulla del Ejército en la zona de Miran Shah, en la provincia de Waziristán del Norte, en pleno cinturón tribal paquistaní.
Algunos medios locales informaron este domingo de que los líderes tribales de esta provincia han declarado roto el acuerdo de paz que firmaron con el Gobierno el año pasado, por el que se comprometían a cesar los ataques a cambio de que Pakistán les devolviera las armas y desmantelase sus puestos de control en la zona.
Waziristán del Norte es un área fronteriza con Afganistán donde se sospecha que se suelen esconder talibanes y miembros de Al Qaeda.
Tanto Miran Shah como Sawat han sido escenario de varios ataques desde este miércoles, cuando concluyó el asalto del Ejército a la Mezquita Roja de Islamabad, donde se habían atrincherado numerosos radicales islámicos.
Sawat
Este jueves seis policías murieron en dos ataques en Sawat, en los que también perdieron la vida tres terroristas suicidas, mientras que en Miran Shah otro atentado registrado fuera de las oficinas del agente político del distrito se cobró la vida de dos personas.
Ningún grupo ha reclamado por ahora la responsabilidad de los ataques, pero, según el portavoz del Ejército, las autoridades no descartan que en ellos estén implicados militantes islámicos que buscan venganza por los sucesos de la Mezquita Roja.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, reveló el jueves en un discurso a la nación que los extremistas de la mezquita mantenían contacto con gente de algunas áreas de la Provincia de la Frontera del Noroeste (donde está Sawat) y de las zonas tribales (donde se encuentra Miran Shah), tradicionalmente alejadas del control de Islamabad.
Así, Musharraf anunció que el Gobierno iba a reforzar la seguridad en estas zonas, con nuevos reclutamientos para las fuerzas militares y de la Policía, y el envío de tanques y armamento.
También anunció ayuda del Ejército para entrenar y reestructurar los cuerpos de seguridad en esas regiones en los próximos seis meses, como parte del compromiso del Gobierno en combatir el extremismo religioso “en todos los rincones” del país.
En el asalto a la Mezquita Roja, que comenzó en la madrugada del martes y se prolongó hasta entrada la noche del miércoles, murieron 103 personas, según las cifras oficiales, aunque fuentes de los servicios de inteligencia mantienen que los muertos fueron en torno a 300 y la oposición los eleva a hasta un millar.
El portavoz del Ministerio afgano del Interior, Javed Iqbal Cheema, mantuvo este sábado la cifra oficial de muertos y precisó que entre ellos hubo diez extranjeros, cuyas fotografías serán facilitadas a la prensa en los próximos días.
También dijo que en el patio de la mezquita se encontraron los restos de siete niños, mientras que nueve cadáveres de chicas fueron hallados en una habitación de la Yamia Hafsa, la escuela coránica femenina adyacente al templo.
En la vivienda del líder de los integristas atrincherados, el clérigo Rashid Ghazi -que también murió en el asalto-, se encontró el cuerpo de una mujer que se cree era la madre de este último, agregó Cheema, que fue el jefe de la célula especial creada para afrontar la crisis de la Mezquita Roja.
En otras habitaciones del recinto se hallaron además 22 cuerpos calcinados, según el portavoz del Interior, que afirmó que algunas personas están “exagerando” el número de víctimas en la operación.
También detalló que en el asalto fueron detenidos 628 estudiantes islámicos, todos ellos hombres, de los que 472 ya han sido puestos en libertad y 156 han pasado a disposición judicial.