Los presos de Guantánamo podrían recibir visitas de sus familiares
WASHINGTON, 12 (EUROPA PRESS)
El Pentágono está considerando la posibilidad de permitir que los presos de la cárcel ubicada en la base militar de Guantánamo (Cuba) reciban vistas de sus familiares, en lo que supondría una flexibilización sin precedentes de su aislamiento, según han informado algunos asesores del Congreso a 'The Washington Post'.
La medida beneficiaría a los 172 presos que están actualmente en este penal, 48 de los cuales podrían permanecer privados de libertad de forma indefinida. Entre ellos se encuentran reos de “alto valor” del campamento número siete, como Jalid Sheik Mohammed, uno de los organizadores de los atentados del 11-S contra el World Trade Center de Nueva York.
El principal problema que plantean estas visitas es la entrada de los familiares --en su mayoría extranjeros-- en suelo estadounidense. Una posible solución que se plantea es que un país vecino autorice temporalmente a estas personas a entrar y salir de su territorio para que puedan acceder a la base.
De aprobarse, esta medida supondría un gran avance respecto a las adoptadas anteriormente en beneficio de la población penitenciaria de Guantánamo, gracias a la mediación del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) con el Gobierno de Estados Unidos.
En 2002 consiguió que se les permitiera mandar cartas a sus familiares, aunque los funcionarios del penal supervisan el contenido. Desde entonces, se han registrado más de 50.000 envíos postales.
En 2008 presionó para que ciertos presos pudieran llamar por teléfono a sus parientes una vez al año. Posteriormente, la medida se ha ampliado a la mayoría de los reclusos, con una frecuencia mayor de llamadas. En total se han realizado unas 700.
En 2009, las autoridades penitenciarias accedieron a permitir que los presos se comunicaran por videoconferencia con sus familiares más cercanos. Estos contactos se han llevado a cabo a través de una veintena de países.
Hasta el momento solamente los abogados defensores han podido reunirse con los reos, aunque periodistas, activistas pro Derechos Humanos e incluso algunas víctimas de los atentados del 11-S han entrado en la base militar para seguir los procesos judiciales.
No obstante, esta iniciativa cuenta con un precedente en prisiones estadounidenses de máxima seguridad. La Casa Blanca ya autorizó las visitas de los familiares de los reclusos de la cárcel de Bagram, el mayor centro de detención estadounidense en Afganistán.
LAS NEGOCIACIONES
El Pentágono y el CICR han mantenido una serie de contactos a lo largo de estos meses sobre las condiciones de los presos de Guantánamo, en el marco de la elaboración de la legislación para autorizar las actividades del Departamento de Estado de cara al próximo año.
Simon Schorno, portavoz del CICR, ha revelado que la organización está trabajando para que se produzcan estas visitas, “particularmente en el caso de los presos más antiguos”, que llegan a sumar hasta diez años de privación de libertad.
Por su parte, el Pentágono ha confirmado estas conversaciones, aunque ha matizado en un comunicado que se enmarcan “en la constante revisión de las políticas de detención” que lleva a cabo.
Entretanto, continúa la oposición en el Congreso. En una temprana redacción de dicha legislación, se recoge que no se puede utilizar la asignación presupuestaria para “permitir que cualquier familiar entre en Guantánamo”. En esta línea, el presidente del Comité de Defensa de la Cámara de Representantes, el republicano Howard P. McKeon, ha apuntado que su presencia podría generar “preocupaciones de seguridad”.