Indignación por partida doble
La indignación manifestada en múltiples ciudades españolas antes y después de las elecciones municipales del 22 de mayo también se trasladó hasta Buenos Aires, aunque con diferentes matices entre la comunidad de emigrantes canarios afincados en la capital federal argentina.
Desde las dos instituciones isleñas en la metrópoli porteña, las críticas insistieron en centrarse en la reforma de la ley electoral aprobada a principios de años con la consiguiente exclusión de los emigrantes de los comicios municipales y la implantación del voto rogado en las urnas autonómicas para los residentes en el exterior. “Hay una evidente mala predisposición al voto exterior, porque es proceso complejo en el que no han tenido compasión con los emigrantes. Y, lógicamente, fue un fracaso absoluto en participación”, lamenta el presidente de la Asociación Canaria Zona Norte, Miguel Ángel Rueda. Por su parte, la representante del Centro Archipiélago Canario de Buenos Aires Liliana Acosta abunda: “No interesa nada que votemos y no enviaron boletas a tiempo, el trámite era engorroso?. Montón de problemas. Fue muy triste y catastrófica la votación”.
De hecho, el Censo de electores residentes ausentes (CERA) a febrero de 2011 sumó de 705.097 españoles, pero la Oficina del Censo Electoral sólo recibió la petición de voto de 58.097 electores (8,2% del total) frente a las 134.000 papeletas recibidas desde el exterior en los anteriores comicios autonómicos. De emigrantes canarios se recibieron 6.826 solicitudes de voto (3.021 de Las Palmas y 3.805 de Santa Cruz de Tenerife), aunque el CERA incluyó a 100.549 personas (26.482 procedentes de la provincia oriental y 74.067 de la occidental). Y, finalmente, de los isleños censados en Argentina, tercera colonia más cuantiosa en el exterior con un total de 3127 personas (1.782 de Las Palmas y 1.345 de Santa Cruz de Tenerife) sólo votaron 39 ciudadanos frente a los más de 400 en la anterior cita, según las cifras facilitadas por la representante del Centro Archipiélago y apoderada de Coalición Canaria (CC) ante las urnas instaladas en el Consulado de España en Buenos Aires.
Ante semejantes panorama, resultados electorales e indignación popular se situaron en un segundo plano para las casas canario-argentinas. “Nos retrotrae a la época del 'que se vayan todos' en Argentina, cuando era un caos y había que protestar. Me parece bien, pero creo que no es tan grave la situación”, opina Liliana Acosta sobre las manifestaciones por una Democracia Real Ya del 15M en España, que derivaron hacia la acampada en la madrileña Puerta del Sol e iniciativas similares en múltiples ciudades de todo el país. Por su parte, Miguel Ángel Rueda, que coincide en recordar el cacerolazo a raíz del corralito bancario de 2001, considera que “la gente está muy enojada con los políticos en general y con este sistema de democracia malentendido. El pueblo no vota para darles una chequera en blanco y que hagan lo que les dé la gana”, añade el presidente de Asociación Canaria Zona Norte, aunque también participó como apoderado de CC en las elecciones del 22M.
En cualquier caso, Miguel Ángel Rueda justifica la ausencia de representantes de las asociaciones canarias en los actos de protesta convocados en Buenos Aires por ciudadanos españoles desde la pasada semana: “Son otros tiempos, los emigrantes son mayores y no están para manifestaciones, mientras que los hijos no lo sienten tanto”. Sin embargo, dos jóvenes emigrantes grancanarios sí participaron, a pesar de la primera información difundida, en la movilización porteña de indignados: Dailos Batista, de 27 años, y Iara Houghton, de 25.
“El caciquismo está destrozando Canarias”
Afincada desde julio en Buenos Aires, ciudad elegida por Dailos para finalizar los estudios de Comunicación Audivisual iniciados en la Universidad Autónoma de Barcelona, la pareja grancanaria también sitúa en segundo plano los datos electorales: “Estaban claros los resultados desde antes y el movimiento es ajeno porque ninguno de los partidos mayoritarios nos representa. Todos son lo mismo y tienen la misma culpa de la crisis”, subraya el joven al extender el bipartidismo estatal de PP y PSOE a CC en el Archipiélago. A su juicio, “es una clase política que no se renueva y mantiene una postura de explotar al máximo todos los recursos naturales, un caciquismo que está destrozando Canarias con las leyes de costas o el nuevo catálogo de especies y ante el que falta militancia o movilización ciudadana”.
En este contexto, “creemos en una democracia realmente representativa y no en este sistema de políticos en la elite. Estamos indignados política, ecológica, social y económicamente”, añade Iara, licenciada en Periodismo y colaboradora en varias revistas medioambientales. Tras una breve participación en la inicial concentración de plaza de Mayo, los dos jóvenes se involucraron de manera intensa en las asambleas y acampada de protesta celebradas ante la Embajada de España en Buenos Aires y, casualmente, frente a la vivienda del alcalde porteño, el conservador Mauricio Macri, durante la última semana, incluida la pernocta en cuatro ocasiones. A pesar del frío y la lluvia del otoño austral, “continúa la magia” en el precario campamento vigilado por la Policía Federal, pero también apoyado por ciudadanos argentinos dotados de “una resistencia con la que ya están curtidos por esta crisis permanente. Aquí se está creando la vida. Las ideologías excluyen, nosotros permanecemos unidos”.