Otro joven saharaui herido podría haber fallecido

Uno de los siete saharauis que resultaron heridos tras el ametrallamiento del Ejército marroquí al vehículo en el que viajaban hacia el campamento de Gdeim Izik, podría haber fallecido este lunes en el hospital de El Aaiún, según informaba a primera hora del día en el portal Guinguinbali Laura Gallego, conductora del programa Más África de CANARIAS AHORA RADIO.

Sin embargo, las noticias al respecto son confusas, debido a distintas versiones de fuentes sanitarias consultadas por la única periodista que ha podido acceder al territorio hasta este momento.

El delegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed Salem, ya había advertido en el programa El Correíllo que Dawdi Ahmed se encontraba en una situación “de extrema gravedad” y que podía fallecer en “cualquier momento”. Sin embargo, desde El Aaiún Laura Gallego informaba que Marruecos impedía conocer la identidad del fallecido.

El joven se encontraba ingresado en el hospital militar de El Aaiún, al que fueron trasladados todos los heridos cuando, de camino al hospital civil, la ambulancia recibió la orden de dirigirse hacia ese centro, indica Laura Gallego desde el territorio ocupado.

A las puertas del mismo aguarda un grupo de familiares, pero hay dos camiones del ejército con una decena de soldados cada uno y varios coches de policía aparcados en los alrededores que les impiden el acceso. Entre ese grupo de heridos está el hermano del fallecido, el niño de 14 años Elgarhi Nayem Foidal, quien llegó ayer sin vida al hospital despues de recibir varias heridas de bala cuando intentaban entrar en el campamento.

El Ejército les prohibió entrar por el único camino que han dejado habilitado, despues de rodear todo el campamento con un muro de un metro de altura y cuando intentaron ignorar el segundo control, abrieron fuego, según la versión de los saharauis que escucharon la ráfaga de tiros y vieron llegar a las ambulancias.

En el campamento, la noticia se recibio con mucha preocupación, claro. En su interior podría haber ya alrededor de 20.000 personas, aunque es difícil de calcular exactamente. Se trata en cualquier caso de la mayor protesta del pueblo saharaui en los ultimos 35 años a la que los ciudadanos se han ido sumando rápida y espontaneamente para reclamar derechos sociales como igualdad con los marroquíes q la hora de acceder a un puesto de trabajo o a una vivienda, y para denunciar el expolio de los recursos naturales, cuyos beneficios, dicen, no se invierten en esta zona.

No hay banderas ni proclamas independentistas y cuando preguntamos si la autodeterminación se encuentra entre los derechos que reclaman, contestan que está en el corazon de todos los saharauis “ y Marruecos lo sabe”. Pero proclamarlo en este caso sería un suicidio, ya que daría una excusa al ejército para desmantelar el campamento por la fuerza. Así que la organización se concentra en los derechos sociales y a pesar de esa preocupación con la que afrontan la escalada de violencia en el asedio militar al campamento, -que, como decía la madre de Elghari empezó con piedras y ayer llegó a los tiros-, no tienen intencion de moverse de allí hasta que consigan respuesta a alguna de sus reivindicaciones.

Están preparados para aguantar, con seguridad propia y voluntarios que se encargan desde atender a los enfermos a reparar los vehículos. Algunos ya hablan medio en broma de un estado propio, gestionado por los ciudadanos, aunque dado el cerco militar están tratando de disuadir a los saharauis de otras ciudades de que intenten seguir sumándose a éste, y animándoles a que, en lugar de eso, inicien campamentos similares en sus ciudades.

La noticia de los dos fallecimientos traslada de todos modos parte de la tensión a la propia ciudad de El Aaiún, donde desde las carnicerías hasta los taxistas han notado en sus negocios el descenso de población que ha supuesto este éxodo de saharauis. Aunque todava en estado de shok, la familia del fallecido ya ha anunciado que luchará hasta que Marruecos reconozca la autoría de su muerte -de momento, Rabat dice que fue en defensa propia, es decir, que fueron los saharauis quienes atacaron a los soldados- y no se descartan manifestaciones u otro tipo de altercados

Algunas familias con niños en edad escolar entran y salen del campamento que algunos han bautizado “de la dignidad” para que sigan sus clases. Otros llegaron el primer día y no se han movido de allí. Los que entran y salen, aunque sea entre una lluvia de piedras, como Molaakini Bounon, de 76 años, se encargan de llevar agua y alimentos.

Una de sus mujeres está dentro y la otra cuida de los niños de ambas en la ciudad. Hace dos días, al intentar entrar, apedrearon su vehículo causándoles algunos rasguños aún visibles. Pero este hombre jubilado cuyo único ingreso es una pensión del ejercito español, al que perteneció en el pasado, asegura que nunca más ha podido encontrar un trabajo y nada de lo ocurrido en los ultimos días le hará flaquear. “Esta protesta viene después de muchos años de represión y no nos vamos a echar atrás, no tenemos miedo de nada”.

En el hospital de El Aaiún permanecen otros seis heridos, entre los que se encuentran Alaoui Lagdaf, Salek Filali, Abderrahman Hummid y Garhi Zubeir, hermano éste último de Elghari Nayem Foidal, el menor de 14 años fallecido este domingo.

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