Medvedev establece un programa nacional para combatir la corrupción en la sociedad y a nivel federal
MOSCÚ, 14 (EUROPA PRESS)
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha firmado una orden por la que se establece un programa nacional contra la corrupción que se desarrollará entre 2010 y 2011, según afirmó este miércoles el Kremlin.
Según el comunicado, la estrategia nacional contra la corrupción y el plan nacional anticorrupción están diseñados para eliminar este problema tanto en la sociedad como a nivel federal, respectivamente, según informa la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
La organización Transparencia Internacional ha clasificado a Rusia como uno de los países más corruptos del mundo. En la primera mitad de 2009 se denunciaron ante los tribunales un total de 4.500 casos de corrupción en Rusia, con 532 funcionarios y 700 agentes condenados.
Al inicio de este mes, el fiscal general ruso, Sergei Fridinski, indicó que las Fuerzas Armadas del país y los efectivos de seguridad han visto un gran aumento de delitos relacionados con la corrupción este año, y afirmó que este problema ha afectado a los sectores relacionados con las adquisiciones del Ejército y los servicios de alojamiento y de beneficios oficiales para los soldados.
“La forma de resolver este problema se fundamenta, ante todo, mediante el aumento de una cultura de la legalidad, por el máximo de transparencia en los servicios públicos y también mediante el trabajo de prevención constante en todos los organismos municipales y estatales y en las organizaciones de autorregulación”, indica el comunicado.
El presidente ruso subrayó la corrupción como uno de los peores problemas del país. En mayo de 2009, Medvedev ya indicó que la corrupción, que los rusos perciben como un hecho desafortunado de la vida diaria, necesita ser percibida como algo “impropio”.
Como parte de la actual reforma en el Ejército, Rusia pretende disminuir el tamaño de las Fuerzas Armadas, desde los más de 1,2 millones de efectivos con los que cuenta hasta alcanzar el millón, incluida una reducción en el número de generales y admirantes desde los 1.100 actuales hasta unos 200.