Mueren 28 soldados y dos civiles en un atentado suicida en Kabul

Los talibanes golpearon este sábado la capital de Afganistán con un sangriento atentado suicida contra una guagua militar que, según el presidente del país, Hamid Karzai, causó la muerte a 28 soldados y dos civiles, mientras que otras 29 personas resultaron heridas.

El atentado tuvo lugar a las 06.45 hora local (02.45 GMT), cuando un terrorista suicida enfundado en un uniforme del Ejército montó en una guagua militar e hizo estallar una carga explosiva, según informó el jefe de investigación criminal de la Policía de Kabul, Ali Shah Paktiawal.

Un portavoz del Ministerio afgano de Defensa, Zahir Murad, informó de que el atentado causó la muerte a 27 personas, pero más tarde el propio presidente Karzai fijó la cifra de fallecidos en 28 soldados y dos civiles.

“Fue una tragedia terrible, un acto de extrema cobardía -dijo Karzai-. Quienquiera que lo hizo actuó contra la gente, contra la Humanidad, definitivamente contra el Islam”. “Un hombre que se llama a sí mismo musulmán no mataría a gente inocente en pleno Ramadán”, añadió.

Previamente, los talibanes no habían tardado en reivindicar el atentado, que causó heridas a 29 personas, según el Ministerio afgano de Defensa. “Sí, uno de nuestros muyaidines llevó a cabo el ataque, y mató a 35 soldados del Ejército afgano”, dijo el portavoz guerrillero Zabiullah Mujahid.

El ataque tuvo lugar en el barrio de Baharestan de la capital afgana, cuando la guagua seguía una ruta regular para recoger a los militares. Según varios testigos presenciales, la explosión destruyó por completo la guagua y causó daños a varios vehículos cercanos.

Al lugar del atentado se desplazaron ambulancias y camiones para trasladar a los hospitales de la zona a las víctimas, entre las cuales se encuentran varios peatones que caminaban cerca de la guagua cuando se produjo la explosión.

La explosión convirtió el lugar del atentado en un espectáculo dantesco, con los cuerpos mutilados esparcidos en el suelo o en el interior del vehículo, convertido en un amasijo de hierros.

El pasado 17 de junio, la capital afgana ya vivió un episodio similar de violencia, con la explosión de otra guagua de instructores policiales frente a los cuarteles de la Policía que causó la muerte de 35 personas y heridas a 35 más.

Ese atentado fue el más grave registrado desde la caída del régimen talibán en el año 2001, y el propio Mujahid se encargó de reivindicarlo en nombre de la milicia: “Nuestros muyaidines habían planeado ese ataque desde hacía mucho tiempo. Y hoy lo conseguimos”, dijo entonces.

Alejada de los principales bastiones de los talibanes, Kabul ha registrado desde la llegada de la primavera varios atentados, aunque sólo el registrado el 17 de junio tuvo la envergadura del de este sábado.

Aparte de estos dos ataques, el peor atentado en Kabul se produjo en septiembre de 2006, cuando 16 civiles afganos y dos soldados estadounidenses perdieron la vida al explotar un coche bomba en las cercanías de la Embajada de EEUU en la ciudad.

Los talibanes han convertido los atentados suicidas en una táctica generalizada en el país desde 2006, como puso de manifiesto un reciente estudio publicado por la Misión de Naciones Unidas en el país (Unama) el pasado 9 de septiembre.

Según el estudio, Afganistán registró 77 ataques suicidas en la primera mitad de 2007, frente a los 123 registrados en todo el año anterior.

Y, de acuerdo con la Unama, el 80% de los fallecidos en este tipo de acciones son civiles, como las 17 personas -entre ellas, 12 niños- que murieron en un atentado suicida registrado en un mercado en la provincia de Uruzgan (centro-sur) el pasado 10 de julio.

En Afganistán han muerto en lo que va de año más de 4.100 personas víctimas de la violencia, que se ha recrudecido en los últimos meses.

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