Obama pide en Tucson un cambio de mentalidad

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado a los estadounidenses a aprovechar el tiroteo del pasado sábado en Tucson para “ponerse en el lugar del otro”, en un discurso pronunciado el miércoles en el McKale Memorial Center de esta ciudad ante unas 18.000 personas, entre ellas los familiares de las seis víctimas mortales y los catorce heridos en el suceso.

“Debemos empezar a hablar con el otro de una forma curativa, no dañina”, dijo Obama en referencia a las críticas realizadas al movimiento ultraconservador Tea Party por el discurso incendiario que ha abanderado en el último año con motivo de las elecciones legislativas celebradas el pasado 2 de noviembre.

“La política, los puntos de desacuerdo y la mezquindad se alejan con la llegada del nuevo ciclo de noticias. Pero sólo un discurso público más civilizado y honesto puede ayudarnos a enfrentar todos nuestros cambios como nación”, apuntó.

Con estas palabras, Obama rehusó buscar “explicaciones simples” a la matanza de Tucson, aludiendo a la cuestión de fondo que estos días enfrenta a los líderes demócratas y republicanos. No obstante, admitió que sucesos de este tipo suelen repetirse cíclicamente sin que ello tenga una explicación clara.

“La verdad es que ninguno de nosotros puede saber exactamente qué motivó este ataque salvaje. Ninguno de nosotros puede saber con certeza lo que podría haber evitado esos disparos o qué pensamientos atraviesan la cabeza de un hombre violento”, asumió.

Antes de la llegada de Obama a la ciudad, miles de personas hacían ya cola a las puertas de la Universidad de Tucson, donde se celebró el acto, para escuchar uno de los discursos más esperados del presidente, titulado 'Crecemos juntos: Tucson y Estados Unidos'. Si bien, solo unas 18.000 personas pudieron acceder al pabellón, incluidas varias autoridades que quisieron estar presentes.

Visita a las víctimas

A su llegada a la ciudad, Obama se dirigió al Centro Médico Universitario, donde permanecen ingresados seis de los catorce heridos en el tiroteo, entre ellos la congresista Gabrielle Giffords, quien, al parecer, abrió los ojos tras la visita del mandatario, después de permanecer varios días en coma inducido.

“Gabby ha abierto sus ojos. Así que puedo deciros que ella sabe que estamos aquí, sabe que la queremos y sabe que estamos animándola en lo que sin duda va a ser una dura jornada”, anunció Obama ante un auditorio que rompió en aplausos al conocer la noticia de la mejora de la política demócrata, informa el diario 'The Washington Post'.

En alusión a la figura de Giffords, el presidente se solidarizó con todas las víctimas del suceso, asegurando que “representan lo mejor de Estados Unidos”. “Quiero que nuestra democracia sea mejor de lo que ella imaginó (...) Pongamos nuestras manos sobre nuestros corazones y comprometámonos como ciudadanos estadounidenses a forjar un país orgulloso de su espíritu afable y feliz”, urgió.

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