Pakistán prevén cierto respiro en las lluvias que azotan el país
ISLAMABAD, 16 (Reuters/EP)
Las autoridades paquistaníes prevén un breve respiro en las lluvias que han causado las peores inundaciones del país en décadas, aunque las agencias humanitarias han alertado de que la ayuda llega de forma muy lenta a los millones de afectados que carecen de agua potable, alimentos, y cuyos hogares han quedado destrozados.
Los niveles del río Indo, que atraviesan las llanuras del país, han descendido en la provincia de Punjab, la más poblaba y también la más afectada, mientras que en la provincia de Sindh, en el suroeste, las inundaciones podrían empeorar.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió ayer a los donantes extranjeros que aceleren la llegada de ayuda humanitaria y advirtió de que se puede producirse aún más destrucción después de las inundaciones.
“En Punjab, el nivel del agua en el río está cayendo, y en los próximos 4 ó 5 días (...) seguirán produciéndose lluvias dispersas, aunque no causarán inundaciones”, afirmó el director general del departamento meteorológico, Qamar uz Zaman Chaudhry. “Donde se han producido roturas de los muros de contención, el agua seguirá fluyendo en las zonas bajas”, añadió.
Cientos de aldeas en Pakistán de una zona aproximadamente del tamaño de Italia, han quedado aisladas, las carreteras han quedado destrozadas y miles de personas sin hogar se han visto obligadas a levantar tiendas a lo largo de las carreteras.
Más de 1.600 personas han muerto en las inundaciones, dos millones se han quedado sin hogar y ha aumentado el descontento social, añadiendo más riesgos de inestabilidad política. “La velocidad con la que la situación se está deteriorando es alarmante”, indicó el director de la ONG Oxfam para Pakistán, Neva Jan. “Las comunidades necesitan desesperadamente agua potable, letrinas y suministros de higiene, pero los recursos de los que disponemos en la actualidad sólo cubren una parcela de lo que se necesita”, añadió.
Mientras, la ONU ya ha informado del primer caso de cólera entre el temor de brotes de enfermedades. “Como trabajadores humanitarios, estamos en alerta máxima, porque tenemos que estar preparados para cualquier tipo de desarrollo de la situación”, indicó un portavoz de la ONU, Maurizio Giuliano. “No sabemos hacia dónde nos va a llevar el camino. Es posible que se produzcan más inundaciones”, añadió.