La Policía británica detiene al presunto estrangulador de Ipswich
La Policía británica detuvo este lune a un hombre de 37 años como sospechoso del asesinato de cinco prostitutas en Ipswich (sureste de Inglaterra), tras varios días de intensas pesquisas y una creciente presión mediática para atrapar al asesino.
El presunto estrangulador de Ipswich, como han bautizado los periódicos del Reino Unido al autor de los crímenes, fue arrestado a primera hora de este lunes en su casa en Trimley Saint Martin, cerca de la localidad de Felixstowe (sureste inglés).
“El presunto asesino ha sido detenido bajo sospecha de haber matado a las cinco mujeres”, afirmó Stewart Gull, superintendente jefe de la policía del condado de Suffolk -que incluye a la ciudad de Ipswich- y responsable de la investigación de los crímenes.
En una breve comparecencia ante la prensa, Gull no facilitó la identidad del detenido por motivos legales, pero todos los medios británicos aseguraron que se trata de Tom Stephens, un hombre solitario y divorciado que trabaja en un supermercado.
Entrevista a 'Sunday Mirror'
Da la casualidad de que Stephens había revelado su amistad con las víctimas en una entrevista publicada este domingo por el diario sensacionalista Sunday Mirror, en la que confesó: “Soy amigo de todas las chicas, pero no tengo ninguna coartada”.
La BBC informó este lunes de que el detenido no es otro que el propio Tom Stephens, quien curiosamente había declarado a la cadena pública británica la semana pasada que conocía a las prostitutas y se había ofrecido a colaborar con la indagación policial.
Según la BBC, la policía ya había interrogado hasta cuatro veces a Stephens, y se había incautado de algunas pertenencias suyas, como un teléfono móvil y un ordenador portátil.
El sospechoso, cuya vivienda es objeto de un riguroso registro policial, se encuentra hoy recluido en una comisaría para responder a nuevos interrogatorios sobre los asesinatos de las cinco jóvenes.
En la entrevista con el diario, el presunto asesino, que luce semblante serio y barba, reconoció que mantuvo relaciones sexuales con todas las víctimas, que las frecuentaba desde hace 18 meses y que temía que iba a ser detenido, si bien subraya su inocencia.
Además, el propio Stephens había divulgado fotografías suyas en un portal personal de Internet, donde se presenta ante los internautas como El Obispo y menciona entre sus aficiones “estar en forma” y “todo tipo de salidas de día y de noche”.
Las mujeres asesinadas, cuyos cadáveres fueron encontrados entre el 2 y el 12 de diciembre pasados en un radio de nueve kilómetros, son: Gemma Adams, de 25 años; Tania Nicol, 19; Anneli Alderton, 24; Annette Nicholls, 29, y Paula Clennel, 24.
Las prostitutas, que tenían en común una vida arruinada por las drogas, fueron halladas desnudas en un arrollo y en zonas boscosas pero no mostraban signos de violencia o agresión sexual, al tiempo que tres de ellas -Nicol, Adams y Nicholls- aún portaban sus joyas.
Los forenses han determinado que Clennell murió por asfixiada y que Alderton resultó estrangulada, aunque prosiguen los análisis para averiguar cómo murieron Nicol, Adams y Nicholls.
Asimismo, el caso ha desatado una de las mayores investigaciones criminales efectuadas en este país, pues participan en las pesquisas alrededor de 500 agentes de 36 cuerpos policiales, toda vez que se examinan 10.000 horas de vídeos grabados por cámaras de seguridad.
Los crímenes de Ipswich han evocado sucesos similares acaecidos en este país, como el horror del famoso Jack El Destripador, un escurridizo asesino en serie que sembró el terror en las neblinosas calles del Londres victoriano, donde degolló a cinco prostitutas.
De igual manera, esos asesinatos han traído a la memoria colectiva de los británicos la historia de Peter Sutcliffe, conocido como el destripador de Yorkshire, que mató a trece mujeres entre 1975 y 1980 en cinco ciudades del norte de Inglaterra.
