''Yo no soy el presidente Bush'', le dice McCain a Obama
El aspirante republicano a la Casa Blanca John McCain buscó este jueves distanciarse del presidente de EE.UU., George W. Bush, que se ha convertido en un lastre para sus aspiraciones políticas, al afirmar: “Yo no soy el presidente Bush”.
McCain, que participa esta noche en el tercer y último debate con su rival demócrata, Barack Obama, antes de las elecciones del próximo 4 de noviembre, prometió que liderará al país “en una nueva dirección”, después de que Obama vinculase su trayectoria con la del actual inquilino de la Casa Blanca.
“Senador Obama, yo no soy el presidente Bush. Si usted quería competir contra Bush debería de haberse presentado hace cuatro años”, afirmó el republicano.
Durante el cara a cara de esta noche en la Universidad Hofstra (Nueva York), el candidato demócrata recordó que cuando el actual gobernante llegó a la presidencia el país tenía un superávit presupuestario y ahora acumula un déficit que supera el medio billón de dólares.
El demócrata trató de vincular a su rival republicano con esas políticas de endeudamiento, al señalar que McCain había votado por la mayoría de los presupuestos presentados por su correligionario Bush.
“El senador McCain votó por cuatro de los cinco presupuestos de Bush”, afirmó Obama.
En ese punto, el candidato republicano respondió que logrará “equilibrar el presupuesto” mediante una política que haga hincapié en la independencia energética, en el control del gasto y la lucha contra los intereses especiales.
McCain, que a lo largo de su campaña ha insistido en su trayectoria independiente y en su disponibilidad a plantar cara a su propio partido, dijo hoy que se había opuesto a la actual administración en temas como el cambio climático o la forma en la que se había gestionado la guerra de Irak.
“Tengo un largo historial reformista”, apostilló.
Obama, por su parte, aseguró que logrará reducir el gasto público al establecer prioridades que implican acabar con aquellos programas federales que no funcionan y que permiten continuar y mejorar aquellos que sí tienen un buen rendimiento.
“Eliminaré un montón de programas que no funcionan”, prometió el demócrata, quien también insistió en la necesidad de impulsar una política energética independiente y en apostar por la educación de la próxima generación de estadounidenses.