''El Sáhara será como Palestina si siguen las barbaridades de Marruecos''
El activista saharaui por los derechos humanos Brahim Noumria cree que la situación en los territorios ocupados será “parecida a Palestina” en un futuro próximo, ya que “es imposible” que su pueblo “siga aguantando las barbaridades del régimen marroquí a lo largo de los años”.
Así lo indica Brahim Noumria en una entrevista con motivo de un viaje a Canarias en el que tiene previsto reunirse con representantes del Parlamento autonómico, entre otros, para sensibilizar sobre lo que sucede en los territorios ocupados “con represalias diarias en contra de las manifestaciones pacíficas que reivindican derechos legales, como el de la autodeterminación”.
Brahim Noumria, que reside en El Aaiún y ha estado encarcelado en varias ocasiones por pedir la libre determinación de su pueblo, considera que también es el momento de que el Frente Polisario adopte una decisión, pues para los saharauis que viven en las zonas ocupadas “no existe el alto el fuego”.
“El alto el fuego no consiste sólo en callar las armas entre el Polisario y Marruecos, sino en proteger a los ciudadanos de los territorios ocupados, y el ejército marroquí llega desde los muros hacia las ciudades para hacer callar la ”intifada“, lo que supone una violación gravísima del alto el fuego”, explica.
Los saharauis de las zonas ocupadas vivían antes “con miedo” pero ahora lo hacen “con orgullo porque estamos hartos de esperar”, advierte Noumria, quien señala que su pueblo deberá tomar todas las decisiones que estén en su mano “para protegerse”.
La situación de los saharauis “dura mucho” y podría alargarse como en otras regiones del mundo y esto “no nos gusta verlo ni vivirlo”, apunta Brahim Noumria, quien opina que los cuerpos de intervención marroquíes utilizan porras eléctricas y otro material antidisturbios comprado a Francia y España, lo que califica de “muy trágico”.
Al respecto, afirma que el Gobierno español no se ha responsabilizado como debería acerca de su papel en este conflicto y mantiene una posición “contradictoria”, pues defiende los derechos humanos en muchas partes del mundo y no lo hace con el territorio que tiene más cerca, el del Sáhara.
Los defensores de los derechos humanos “hacen todo lo posible” para que “se presione” a Marruecos con el objetivo de que permita a observadores internacionales contar lo que ocurre en el Sahara ocupado, detalla el activista saharaui, quien opina que no hay problema alguno con el pueblo marroquí.
“Tenemos aliados entre los marroquíes, que empiezan a dudar de la versión oficial de su Estado respecto al Sahara y son conscientes de que este conflicto no les beneficia a ellos, sino al régimen”, apunta.
Comentó que incluso jóvenes marroquíes nacidos en el Sahara ocupado de padres “colonos” ayudan a los saharauis en su lucha y han sido detenidos por participar en sus actividades.
“La situación empeora día tras día en todos los sentidos y no sólo económicamente, pues hay torturas, detenciones, agresiones contra los manifestantes y saqueo de casas”, asegura el activista, quien recrimina a Marruecos que ancianos, mujeres y niños también son víctimas de abusos.
De hecho, continúa, una estudiante que sufrió la pérdida de un ojo tras ser golpeada por la policía marroquí ha sido hospitalizada en Barcelona, y sostiene Noumria que la diferencia con Palestina es que Israel permite la libre circulación de la prensa y hay constancia de lo que sucede, al contrario que en el Sahara ocupado.
El activista exige además que se publique el informe elaborado por una delegación de las Naciones Unidas que visitó el Sahara en junio de 2006, y que a su juicio ha sido paralizado a instancias del Gobierno francés.
Brahim Noumria se define como “un simple ejemplo” de la resistencia saharaui y detalla que diez miembros de su familia han pasado por las prisiones “secretas” marroquíes, a uno de ellos se le dio por desaparecido durante 16 años, otro falleció y un tercero murió tras salir de una estancia de dos años en la cárcel.
“Yo tuve más suerte que ellos porque he estado ”desaparecido“ solamente cuatro años y ocho meses”, afirma Noumria en alusión a la primera de sus cuatro detenciones, en una de las cuales, según su versión, fue torturado hasta perder el conocimiento.
También pasó un año y dos meses con los ojos vendados, esposas en las manos y cadenas en los pies “como en la Edad Media”, afirma, y en 2005, estando encarcelado en Casablanca, realizó una huelga de hambre durante 51 días tras la cual fue condenado a diez meses de prisión, de los que cumplió ocho ya que, gracias a la presión internacional, fue liberado en marzo del año siguiente.