Tranquilidad y llamada popular a las urnas en las elecciones portuguesas
LISBOA, 27 (Patricia Ferro/EUROPA PRESS)
La jornada electoral en Portugal transcurre con total tranquilidad y sin incidentes desde que los colegios electorales abrieron sus puertas a las 8 de la mañana, una hora más en España. Durante la mañana han votado todos los candidatos y también lo hizo el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso.
Más de 9,4 millones de portugueses pueden votar este domingo en las elecciones legislativas, para elegir al nuevo gobierno y la composición del Parlamento. La Comisión Nacional de Elecciones (CNE) indicó que hasta el momento no se ha producido ningún incidente y todo transcurre dentro de la normalidad constitucional.
El presidente del conservador CDS-PP, Paulo Portas, fue el más madrugador y votó a las 9 de la mañana (una hora más en España), rodeado de vecinos. Portas, que podría ser clave para la formación de gobierno si gana el PSD de Manuela Ferreira Leite, apeló a los portugueses para que “hablen a través del voto” y recordó que “quién no vota luego no puede criticar”.
Otro de los madrugadores fue el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que explicó que viajó a Lisboa para “ejercer mi derecho a voto y también para cumplir mi deber cívico de votar”. El líder europeo dijo tener esperanza de que en estas elecciones haya “una participación importante” porque consideró que durante la campaña hubo “bastante debate”.
El socialista José Sócrates se mostró convencido de que los ciudadanos “están movilizados” para votar en estas elecciones, que calificó de “muy importantes” por los “serios desafíos” que enfrenta el país. El candidato que todos los sondeos dan como ganador, aunque parece que no logrará la mayoría absoluta, indicó que pasará esta jornada en familia, pero a media tarde, volverá a la política.
Al igual que Sócrates, todos los candidatos han señalado que dedicarán el día a estar con la familia, a la que en las dos últimas semanas de campaña no le dedicaron mucho tiempo.
La principal rival del socialista José Sócrates en estas elecciones, Manuela Ferreira Leite, manifestó tras votar en Lisboa, que espera que “los portugueses ejerzan su derecho a voto y voten en gran cantidad”.
También el candidato del Bloco de Esquerda, tercera fuerza política del arco parlamentario, Francisco Louca, pidió a los portugueses que “den su mejor contribución a través del voto” y subrayó la importancia de estas elecciones legislativas para “resolver los problemas” del país.
El líder comunista Jerónimo de Sousa también llamó a la participación para evitar que “la abstención sea elevada”. Por su parte, el ex presidente de la República, el socialista Mario Soares se mostró “muy optimista” respecto a los resultados de estas elecciones, aunque no quiso hablar más por ser jornada electoral.
Los colegios electorales cerrarán, en Portugal continental, a las 8.00 (hora española) y una hora más tarde en las islas. A partir de ese momento se conocerán los primeros sondeos a pie de urna.
VICTORIA SOCIALISTA
Los sondeos realizados durante la campaña electoral dan la victoria a los socialistas, que aunque no lograrían una mayoría absoluta tienen una ventaja de ocho puntos sobre el principal partido de la oposición, el PSD, de centro derecha. Sin embargo, algunos analistas consideran que el elevado número de indecisos, entre el 20 y el 38% dependiendo de las encuestas, podría cambiar las cosas.
Pero lo que parece claro es que ningún partido tendrá mayoría absoluta. Esto podría complicar las cosas, ya que en tiempos de crisis económica, la incertidumbre política no parece la mejor opción. En opinión del analista político Antonio José Teixeira, sin mayorías absolutas “Portugal es un país prácticamente ingobernable, porque en democracia no ve con normalidad los entendimientos y pactos puntuales” entre varios partidos.
Independientemente de las previsiones de algunos analistas, los portugueses decidirán y gane el socialista José Sócrates o la líder de la oposición Manuela Ferreira Leite, si no logran la mayoría absoluta, se enfrentarán al mismo problema: poder gobernar y sacar adelante sus propuestas en el Parlamento.
