Uribe liberará a miembros de la guerrilla colombiana antes del 7 de junio

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anunció hoy la excarcelación unilateral antes del 7 de junio de todos o parte de los guerrilleros de las FARC presos que no hayan cometido delitos atroces, para lo que adujo “razones de Estado”.

Uribe, en entrevistas con varias emisoras, insistió en la propuesta que lanzó el pasado 11 de mayo y que amplió el martes de liberar masivamente a rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a cambio de que este grupo libere a medio centenar de personas que mantiene secuestradas. “He venido proponiendo a los colombianos una excarcelación total o parcial en búsqueda de la verdad, como premio a la verdad, que no es ni amnistía ni indulto, que no levanta la condena, que no levanta la responsabilidad penal y que sería excarcelación total o parcial con muerte política”, dijo hoy el gobernante.

“Por una razón de Estado, el 7 de junio tengo que haber hecho efectivo lo de las FARC, parcial o total. Los tendré trasladados a un lugar distinto a la cárcel”, declaró el presidente colombiano. Subrayó que en esa fecha “tiene que haber avances prácticos en esa materia”, pero se abstuvo de contestar por qué el 7 de junio.

Uribe reiteró que no está proponiendo una ley de punto final. “Yo la llamaría estímulo a la verdad con excarcelación y muerte política”, insistió el presidente, quien aclaró que sólo serán excarcelados rebeldes que no hayan cometido delitos atroces.

Uribe afirmó que se trata de “un primer paso” hacia un posible acuerdo humanitario entre el gobierno y la principal guerrilla de Colombia para intercambiar los 56 políticos, soldados y policías secuestrados, que ese grupo considera “canjeables”, por centenares de rebeldes detenidos.

Desmilitarización de dos departamentos

Este acuerdo, que se gestiona desde hace más de cuatro años, no ha sido posible porque las FARC exigen desmilitarizar dos municipios del departamento del Valle del Cauca -Pradera y Florida- y porque el Ejecutivo pide que los que sean excarcelados no vuelvan a las armas.

En la lista de cautivos figura la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada en 2002 y que estaba hasta el mes pasado con el policía John Frank Pinchao. Este policía huyó de su cautiverio a finales de abril tras casi nueve años de secuestro y reveló que la dirigente política y los estadounidenses Marc Gonsalves, Thopmas Howes y Keith Stansell estuvieron con él varios años y que los vio por última vez días antes de su fuga.

Uribe comentó que en lugar de una “ley de olvido” aspira a una “ley de memoria”, para que Colombia no repita la historia de violencia. El presidente aclaró la víspera que su propuesta no es para beneficiar a los ex jefes del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que desmovilizaron a más de 31.000 combatientes tras celebrar conversaciones de paz con el gobierno entre 2003 y 2006.

Varios dirigentes de oposición habían denunciado que la iniciativa de Uribe tenía “nombre propio”, y que el objetivo era absolver a los paramilitares, acusados de múltiples crímenes de lesa humanidad que no han reparado. Con todo, el presidente colombiano dijo que la propuesta también puede beneficiar tanto a paramilitares presos como a rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo que celebra conversaciones de paz con delegados del gobierno colombiano en La Habana.

“El tema de la excarcelación lo podemos tratar en este conjunto de sistemas. Primero, el caso de las FARC. Excarcelación condicionada para buscar liberación de secuestrados”, declaró Uribe. Citó en segundo lugar “la expectativa de una excarcelación de guerrilleros del ELN en un momento en que avance un proceso de paz y haya liberación de secuestrados”, y en tercer lugar mencionó que “en el tema de los paramilitares, mirar la situación carcelaria”.

Las FARC no se han pronunciado sobre el último anuncio de Uribe, si bien rechazaron una vez más la propuesta del 11 de mayo, que calificaron como “farsa y cortina de humo” para distraer la atención del escándalo nacional desatado por los nexos de numerosos políticos con los paramilitares. No obstante, el jueves el grupo insurgente acudió a los “buenos oficios” del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que consideró “definitorios” para solucionar el drama de las personas que tiene secuestradas.

El gobierno colombiano, por su parte, autorizó “desde hace algún tiempo” a una comisión internacional integrada por España, Francia y Suiza para intentar un acercamiento con las FARC, dijo el jueves el ministro de Exteriores, Fernando Araújo. Ese comité busca “crear los espacios y las condiciones para una zona de encuentro, de manera que se pueda reunir el alto comisionado para la Paz con las personas que designen las FARC, a ver si se logra el acuerdo humanitario”, agregó el canciller.

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