Sinceramente, para quienes vivimos y para quienes transitan por el capitalino –y populoso- barrio del Molinito, la subida y bajada por el acceso a la carretera del norte es, a veces, un suplicio. Ya no sé ni cuántas notas ha generado este asunto por parte de populares, socialistas, ayuntamiento o cabildo. Se habla de una vía nueva, de un acceso que mejore la conexión directa con el hospital para quienes vienen de los municipios norteños. Ampliar, lo que se dice ampliar la vía, no se puede. O sea, que la solución pasaría por abrir una nueva carretera en alguno de los flancos laterales de la ladera. Por otro lado, está la pista que pasa –y cruza- el cauce del barranco Seco. Ni falta hace señalar que hay lugares en los que hasta el asfalto brilla por su ausencia. Vamos, que debemos tener los mejores amortiguadores en el barrio, porque de milagro no los destrozamos diariamente. Si abren esta futura vía, imagino que la harán de un único sentido, si no estaríamos en las mismas. Mientras, sigue pasando el tiempo y en el Molinito seguimos con el mismo problema en el acceso por ambos lados. ¿Lo veremos antes de 2015? Como el bolero, lo dudo...