Las asociaciones piden al Parlamento una ley de Memoria Histórica de Canarias
Las tres asociaciones de recuperación de la memoria histórica isleñas han pedido este jueves al Parlamento autonómico que elabore una ley de Memoria Histórica de Canarias con el objetivo de agilizar la búsqueda, exhumación e identificación de los desaparecidos durante la Guerra Civil.
Esta solicitud fue formulada a la presidenta de la Cámara regional, Carolina Darias, por parte de las responsables de la asociación de la Memoria Histórica de Tenerife, Mercedes Pérez Schwartz; de La Palma, Aralda Rodríguez; y de Arucas (Gran Canaria), Balbina Sosa Cabrera y María del Pino Sosa Sosa.
Mercedes Pérez Schwartz dijo a los periodistas al término de la reunión con los miembros de la Mesa del Parlamento canario que su intención es dar a conocer a las instituciones insulares el trabajo que desarrollan las asociaciones y sus necesidades, que empiezan a ser “apremiantes”.
El objetivo es que Canarias tenga su propia ley de la Memoria Histórica, al igual que han hecho comunidades como Andalucía y Navarra, para no “perder de vista” que el propósito es buscar, exhumar, identificar y entregar a los familiares los restos de los desaparecidos durante el golpe de estado de 1936 y la Guerra Civil.
Recordó Mercedes Pérez Schwartz que se calcula en unas 3.600 personas las desaparecidas en Canarias durante la contienda, aunque la cifra varía según los investigadores, y que pueden estar localizadas en pozos de Gran Canaria, enterradas en montes en La Palma y en conos volcánicos en el caso de Tenerife.
“Pero el gran cementerio de desaparecidos en Canarias es el mar”, apostilló.
Uno de los planteamientos de las asociaciones es que el Gobierno autonómico se haga cargo de la búsqueda, exhumación e identificación de los cuerpos, para lo que a juicio de Pérez Schwartz no hace falta una partida presupuestaria extra pero que para hacerlo en solitario por parte de las asociaciones es muy difícil ante el recorte de las subvenciones.
Precisó que hasta 2012 tuvieron subvención del Ministerio de la Presidencia para trabajar en los proyectos de investigación, localización y exhumación “y a partir de ahí, se acabaron” las ayudas.
No se trata de reabrir “la guerra de las dos españas, que desgraciadadamente eso ya pasó”, pues lo que quieren es dar “digna sepultura a nuestros muertos, a quiense simplemente detuvieron y asesinaron por defender un Gobierno legítimo, que era el de la República”, agregó.
También puntualizó que la ley estatal de Memoria Histórica tenía dos vertientes, una la búsqueda de restos y otra el cambio de nombres en las calles, que depende de los ayuntamientos, pero subrayó que lo prioritario era lo primero porque “están falleciendo las personas que podían informar y la segunda generación está llegando a los 80 años”.
Aralda Rodríguez, presidenta de la asociación de Memoria Histórica de La Palma, insistió en que sin dinero no se puede pagar a los arqueólogos y las personas encargadas de una excavación y señaló que han recibido una subvención del Cabildo palmero para proseguir los trabajos en Fuencaliente y hacer un monumento “donde aparecieron los que estaban” allí enterrados, mientras que su homóloga en Arucas, Balbina Sosa, explicó que se está abriendo otra vez el pozo del barranco de Tenoya gracias a una ayuda del Cabildo de Gran Canaria.
La presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, informó de que en la próxima reunión de la Junta de Portavoces comunicará la petición de las asociaciones de tener una reunión con los representantes de los grupos parlamentarios para expresar su deseo de que tramiten una regulación propia de la memoria histórica en el Archipiélago.
Carolina Darias mostró además su disposición a contactar con otras entidades, como la Federación Canaria de Islas, para que pueda haber una actuación conjunta de todas las administraciones públicas en la labor de concienciación y contribución al trabajo “valiente y con coraje” de las asociaciones“.
Darias elogió la labor de las presidentas de las asociaciones, que han hecho de su vida “una batalla por agitar conciencias” con un trabajo “ímprobo” de recopilación de testimonios orales de familiares de desaparecidos.
“La tarea no habrá concluido hasta que no aparezcan todos los que están por ahí tirados, por lo que queda todavía mucho trabajo por hacer”, concluyó la presidenta de la Cámara autonómica.
