La búsqueda de nuevos socios para el Gran Telescopio “va lenta”
El director del Gran Telescopio Canarias (GTC o Grantecan), Pedro Álvarez, ha manifestado este viernes a LA PALMA AHORA que la búsqueda de nuevos socios internacionales para el, actualmente, mayor dispositivo óptico del mundo, “va lenta”. Dijo que las negociaciones exigen “mucha discusión sobre la ciencia que se hace con el GTC” y eso hace que alcanzar un acuerdo sea una labor compleja. En estos momentos, añadió, se mantienen como socios la Universidad Autónoma de México, así como la Universidad de Florida (EEUU), si bien esta última, en 2013, debido a la crisis económica, decidió darse de baja durante tres años para, en ese periodo, ahorrarse la cuota del 5% de la financiación anual del GTC. Álvarez apuntó al respecto que, en 2016, la Universidad de Florida, como está pactado, retornará y volverá a abonar el importe convenido para, en igual porcentaje, hacer uso del tiempo de observación con el Grantecan.
Pedro Álvarez comentó que, con motivo del quinto aniversario de la puesta en marcha del Gran Telescopio Canarias en las cumbres de Garafía, se va a confeccionar un folleto del GTC.
Por otro lado, los responsables del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) esperan que, si sale adelante el proyecto de instalar en el complejo de exploración del Universo de La Palma el futuro megatelescopio de Rusia, se puedan abrir nuevas vías de colaboración con la Universidad de Moscú y estudiar su posible participación en el Grantecan, según informaba el Diario de Avisos este jueves. Pedro Álvarez alegó que tal posibilidad es “consecuencia” de los contactos llevados a cabo por el director del IAC, Rafael Rebolo, con dirigentes del centro de estudios superiores moscovita.
En este sentido, el GTC, con un espejo primario segmentado de 10 metros de diámetro, al haber desarrollado la tecnología de los reflectores fragmentados y acoplados en un preciso mosaico que requieren los futuros telescopios gigantes de última generación, sería utilizado además como “prototipo” del megatelescopio ruso, como ya ocurre con el Telescopio Extremamente Grande que acondicionará el consorcio del Observatorio Austral Europeo en el desierto de Atacama (Chile).