Espacio de opinión de La Palma Ahora
El Brunch
Miguel expulsó su vómito, de atrás hacia delante, sobre el coche gris del taxista, un Vauxhall inglés, de camino a Las Cosas Buenas de Miguel para reponer en El Brunch, Cava Integral Brut Nature de Llopart.
Las Meretrices, acostumbradas a mirarse al espejo tal como las habían enseñado durante toda su vida, como algo sucio y sin solución, como vestigios del pecado, y a andar por la vida, como si ya, de antemano, estuvieran condenadas en el infierno, no observaban eso mismo en sus compañeras Las Gabachas, que habían venido a iniciarse en la Sexualidad Sagrada. Ni tampoco en Maguisa, La Mistola y La Hermana de La Rubia Estanquera. Observaban que tenían alegría interior, que no estaban apesadumbradas como ellas. Y, allí mismo, tenían a Irma La Dulce, a la que estaban sirviendo, y que no paraba de reír y repartir alegría.
A Las Meretrices, la madrugada en la que Ninnette, Lissette y El Chivato Tántrico les estuvieron leyendo las cartas, y luego fueron con Fellini a jugar en la playa del Túnel, les empezó muy lentamente a cambiar su vida, o al menos, la percepción de ella. Las Gabachas, pese a no estar iniciadas aún, solo tenían una pre iniciación que les dieron Ninnette y Lissette en París, como se la dieron la madrugada anterior en Los Cancajos a Maguisa, La Mistola y La Hermana de La Rubia Estanquera, les transmitían una forma de estar consigo mismo, que ellas creyeron que nunca iban a poder alcanzar, porque les estaba vetada, pero que sin embargo, la empezaban a sentir cercana.
Así se sentían ellas, como una roca de mármol antes de convertirse en una escultura, en una obra de arte; deseando que llegue el artista que les quite lo que les sobra, porque ese es el secreto de la escultura, quitarle al mármol, la madera, o el material que fuere, lo que le estorba para llegar a ser obra de arte; deseando que llegue el cincel del Chivato Tántrico, Ninnette y Lissette, el cincel de la iniciación, que al final, es tu propio cincel, tus ganas de ser mejor. Así se lo hicieron saber a Maguisa, La Mistola y La Hermana de La Rubia Estanquera, que aprovecharon la primera ocasión para hablarlo con Ninnette y Lissette, que hicieron lo mismo con El Chivato Tántrico. Dieron el visto bueno los tres sin mediar palabra y acordaron hacer la pre iniciación de Las Meretrices en Los Cancajos esa misma noche.
Mikel Norel sorprendía trayendo a la mesa, después de haber servido el camarón y las chayotas rellenas de bonito, churros de pescado, mientras Manolo se descojonaba de risa en la cocina y ultimaba los detalles del cocido madrileño.
El champagne fue un feliz invento por parte de un monje francés, o mejor dicho, se inventó solo, porque el monje lo que hizo fue equivocarse. En España, Cataluña, por estar más próxima a Francia, fue el primer sitio que lo empezó a elaborar, poniéndole los catalanes el nombre de cava. Cataluña, al tener un terruar y unas condiciones muy distintas, no solo copió el método francés. Unos románticos, unos locos, como los llamaron los grandes bodegueros industriales, que solo llegaron a ser cinco o seis pequeñas bodegas artesanas, hicieron la revolución más grande que ha ocurrido en el mundo del champan, hacer Brut Nature, que consiste en no añadirle azúcar ni licor de expedición, cada bodega tiene uno, y es una fórmula secreta. La criatura nació bien, nació de pie. Las bodegas industriales tuvieron que desdecirse, y al mismo tiempo, empezar a imitarles. Pero recordad, no es lo mismo un Brut Nature artesanal que industrial. El cava es de las bebidas más versátiles que existen, lo puedes beber a cualquier hora del día, y con todo tipo de comida. Lo estáis leyendo en este mismo artículo llamado Brunch, fruta, marisco, verdura, pescado, papas, garbanzos, carnes, sopas, pastas y postres. Os voy a decir un secreto para cuando compréis una botella de cava, mirad siempre la fecha de degüelle. El degüelle es cuando se le quita al cava la levadura. El mejor cava es aquel que tenga una fecha de degüelle lo más joven posible.
En la mesa de Fellini se hablaba de cine, Sexualidad Sagrada, cava, y las bondades de aquella comida. Se hablaba de que Santa Cruz de La Palma era toda un plató de cine gigantesco, no un manicomio sin techo como muchas veces se ha dicho, en donde se cruzaban miles de películas, sin estorbarse unas con otras. Se hablaba de que había tres cines en una población de diez mil habitantes, donde existía pleno culto a ir a ver películas. Y todo esto ocurría con el anacronismo histórico y salvaje con respecto a Europa y América, países demócratas, de tener el yugo de una larga y sanguinaria dictadura fratricida.
Vamos a acabar, si nos os parece mal, este artículo, este Brunch, tomando Cava Integral Brut Nature de Llopart, y comiendo unos marquesotes, pues la verdad es que me apetece un dulce; y dándole las gracias a nuestro amigo Manolo, aunque ya no esté en el mundo visible, por todo lo que nos hizo disfrutar comiendo, y por todo lo que nos hizo reír, que no fue poco. Levanto con la mano izquierda mi copa de Integral, y digo: Por ti, Manolo, que seguro que estarás en la Gloria, descojonándote de risa, de ti y de todos nosotros.