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El segundo viaje a París. Atrapados en el tiempo (I)

Miguel Jiménez Amaro

Al llegar por segunda vez a la terminal del aeropuerto de París, el Chivato Tántrico nos volvió a dar la misma receta: “Caminad tras de mí e id mirando como yo lo hago”. Ninguna pregunta en la aduana. Cogimos dos taxis y entramos en la calle Casanova por el Mercado Central, entramos en el tiempo. Si amigos, entramos en el tiempo. La calle era como en la película, por si alguno de vosotros ha perdido la pista, como en ‘Irma la Dulce’ de Billy Wilder; los mismos edificios, las mismas prostitutas en la calle, Irma con sus medias verdes y su perrito en los brazos, en la acera al lado de la puerta del Hotel Casanova. Los taxis nos dejaron delante de la puerta del hotel. Cuando estábamos en la recepción, apareció Alfredo, el dueño de Chez Moustachez. Nos dijo que ya se encargarían de subirnos las maletas y que fuéramos con él, que nos tenía una mesa reservada y que la sopa de cebollas estaba ya a punto. En Chez Moustachez también todo era igual como en la película, la barra, las mesas, la mesa de billar americano al fondo, los chulos jugando en ella, las chicas entrando y saliendo entre servicio y servicio. Alfredo nos dijo trayéndonos tres botellas de Cava Brut Nature ‘Integral’ de Llopart, que sabía que al Charro le gustaba beber de tres en tres botellas, que preferíamos el cava brut nature al champán, y que también sabía que Miguel, el de Las Cosas Buenas de Miguel, era el distribuidor de Llopart para Canarias. Después del ‘Integral’ nos trajo la sopa. “Comed, comed, que Irma (Shirley Maclaine), Néstor (Jack Lemon) y Billy Wilder vendrán después de vosotros comer”. Alfredo nos siguió trayendo botellas de Cava ‘Integral’ Brut Nature de tres en tres.

Al acabar de cenar, El Chivato Tántrico y El Charro se fueron cada uno a una mesa, sacaron las cartas de sus bolsillos, y sin mediar palabras, las chicas se fueron sentando delante de ellos a que se las leyesen. Ninnette, Lissette, Alma y yo permanecimos en la misma mesa hablando de la reciente iniciación de Alma y de aquel principio de viaje en el tiempo. Alma nos comentó sobre su iniciación que esta no tenía nada que ver con otras que había tenido anteriormente en su vida, algunas experiencias chamánicas y budistas, que esta había sido de mayor calado, que le había llegado mucho más adentro, y que estaba pensando en llegar a ser sacerdotisa sexual como Ninnette y Lissete. Ninnette y Lissette la miraron con infinita ternura, y ella se los agradeció besándolas. Íbamos a empezar a hablar de aquel sorprendente viaje en el tiempo cuando se acercaron a nuestra mesa Irma, Néstor y Billy Wilder. El Charro y el Chivato Tántrico terminaron de tirar las cartas y se vinieron a nuestra mesa, nos dijeron que las chicas querían iniciarse. Irma dijo que quería que el Chivato le leyese las cartas, se fueron ellos dos a una mesa aparte. Billy Wilder quería saber la historia de El Chivato Tántrico, Ninnette y Lissette. Ninnette y Lissette se la contaron. Billy la escuchó sin pestañear, y al concluir comentó que a él le gustaría hacer una película sobre todos nosotros, pero que él estaba muerto y no iba a poder hacerlo, pero que hablaría con Fernando Trueba, para comentarle la historia y que él, Fernando, se pondría en contacto con nosotros.

Irma y El Chivato Tántrico regresaron sonriendo y cogidos del brazo a la mesa en donde estábamos sentados todos. Hicimos un silencio, y cuando Irma estaba sentada con su perrito, nos comentó de su deseo de iniciarse también. Néstor, como presidente de los chulos, no argumentó nada en contra, sino dijo todo lo contrario, que estaba de acuerdo en que la prostitución recobrase su carácter sagrado. Billy preguntó que cuando empezarían las iniciaciones, que él tenía que seguir rodando la película. Néstor dijo que Alfredo ya estaba bajando las persianas y que las últimas chicas ya habían salido del Hotel Casanova, que todas estaban en Chez Moustachez. El Chivato Tántrico miró a Néstor y le dijo que por su parte no tenía problemas para empezar, pero que solo podían estar en las iniciaciones personas iniciadas. Los chulos ya se habían ido, Billy dijo que tenían que ir a la sala de revelado, Néstor que se iba para su casa con el perrito y Alfredo que tenía trabajo en el sótano.

La iniciación duró hasta el amanecer. Alma, El Charro y yo ayudamos en todo cuanto pudimos a Ninnette, Lissette y al Chivato Tántrico. El Chivato Tántrico le dijo a las chicas, al finalizar, que habría que hacer unas cuantas sesiones más, que a la tarde se vería. Las chicas estaban asombradas de lo que estaban atisbando. Néstor y los chicos, que estaban esperando en la calle a las chicas, entraron a desayunar con nosotros. Alfredo nos tenía preparados un chocolate con churros. Las chicas se fueron, los chicos con ellas. Alfredo empezó a poner el local en orden, iban a empezar a llegar los primeros clientes de la mañana. Antes de salir nosotros para el Hotel Casanova, Alfredo nos invitó a una copa de Licor Cacao Pico, que también representa para toda Canarias Las Cosas Buenas de Miguel; un destilado de bayas de cacao traídas de distintos puntos de la Selva Amazónica y elaborado posteriormente en alambiques de cobre del siglo XVIII en el Puerto de Santa María, Cádiz, por mi amigo Pablo Merello, que nos dio ese punto para dormirnos nada más rozar las sábanas.

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