Miles de visitantes se acercan a La Palma en el puente de Todos los Santos para ver desde cerca el volcán de Cumbre Vieja

La plaza de la iglesia de Tajuya ha permanecido abarrotada este sábado y posiblemente se repita esta estampa el domingo y el lunes. Se prevé que en torno a 10.000 turistas se trasladen en el puente de Todos los Santos a La Palma para observar la erupción volcánica desde cerca. Este dato lo ha arrojado este sábado el director técnico del Plan de Emergencias Volcanicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, quien también ha querido agradecer a los visitantes que aporten, de esta manera, su granito de arena para ayudar a impulsar la economía de la isla. También ha querido subrayar que esto demuestra lo que viene repitiendo desde hace semanas: La Palma es segura.

Debido a este largo fin de semana, el Cabildo de La Palma y la dirección del Pevolca han puesto en marcha este puente de un servicio de guaguas lanzadera para poder acudir a ver el espectáculo natural. Las guaguas salen cada 20 minutos desde el aeropuerto viejo de Buenavista, donde hay aparcamiento suficiente para que las personas puedan dejar sus vehículos, hasta la iglesia de Tajuya, donde se podrá observar el volcán desde el mirador.

Morcuende ha hecho hincapié en que este sistema se trata de una medida en favor de la seguridad, para facilitar el tránsito de los vehículos de emergencias y que no haya retenciones en las carreteras ya que, entre otras cosas, no habrá aparcamiento en las inmediaciones de la iglesia de Tajuya.

Precisamente, los turistas han llegado en un día en el que La Palma ha temblado más que nunca. La isla registró a primera hora de la mañana de este sábado un terremoto de magnitud 5,0 e intensidad IV-V (sobre un máximo de XII), el más potente de cuantos se han producido en la isla desde que comenzó crisis sísmica que precedió a la erupción.

Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el temblor tuvo lugar a las 7.24 horas, hora local, con epicentro en la zona de Cumbre Vieja perteneciente al municipio de Villa de Mazo, a 35 kilómetros de profundidad.