La fisura de La Laguna no llega a los 50 centímetros
La pequeña fisura que sufre una de las láminas de impermeabilización de La Laguna, por donde se fuga agua a razón de unos 10 metros cúbicos a la hora, no supera los 50 centímetros, según calculan los técnicos del Consejo Insular de Aguas del Cabildo de La Palma. Los drenes de la infraestructura hídrica detectaron hace varias semanas la zona donde se localiza la descrita incisura. Se espera que, antes de diez días, se pueda saber el punto exacto de la rotura para, a continuación, reparar la misma colocando “un parche” en ese punto del mayor embalse de la Isla.
La repetida hendidura, aunque se constató hace unos meses, según se expuso en el pleno ordinario del Cabildo de julio, se produjo, casi con toda probabilidad, en el año 2011, por “acumulación de aire” durante “el movimiento de vaciando” llevado a cabo para proceder a la reparación de la grave avería registrada en abril de aquel año, ha explicado este viernes a LA PALMA AHORA Francisco Martín Castro, ingeniero técnico del Consejo Insular de Aguas.
La gran balsa, apuntó Francisco Martín, se sigue vaciando de forma controlada para hacer una revisión del sistema de monitorización que, en 2012, se instaló en La Laguna tras las obras de reparación realizadas por el Consejo Insular de Aguas de La Palma. Este dispositivo está formado por 19 sensores que analizan en tiempo real el nivel de humedad del cimiento y, asimismo, los posibles asentamientos que se puedan producir en la gigantesca estructura hídrica.
Indicó que tanto el reducido caudal que se filtra por la fisura como el que se desaloja de forma controlada, no se pierde ya que, subrayó, van al canal y se distribuye por la red de riego. La Laguna almacena todavía unos 150.000 metros cúbicos.
Control efectivo
El sistema de monitorización instalado en La Laguna de Barlovento tras las obras de reparación realizadas por el Consejo Insular de Aguas de La Palma en 2012, según expuso en su día el Cabildo en un comunicado, permite mantener un control efectivo sobre el comportamiento que tiene esta importante infraestructura hidráulica de la Isla.
La balsa cuenta con un total de 19 sensores instalados. Siete de ellos controlan el nivel de humedad del cimiento y 12 analizan los posibles asentamientos que se puedan producir en éste.
Con esta monitorización se tiene un control a tiempo real de los niveles de agua en el embalse y el comportamiento del cimiento, con el fin de analizar su evolución con el llenado y tomar las decisiones que se consideren necesarias al efecto.
El sistema ya ha permitido realizar algunas correcciones en los drenes y en los niveles de agua, procediéndose a la auscultación de las zonas con buzos y a la estabilización del caudal, así como al aprovechamiento del mismo.
