Los clubes de senderismo de La Palma, disconformes con el proceso de elaboración de una normativa que regule el tránsito de vehículos en los espacios naturales
En primer lugar, los clubes de senderismo comprendemos que debemos respetar el fomento y la generación de economía por parte de empresas privadas al igual que el propio desarrollo sostenible de La Palma; de igual modo, también entendemos que debemos y estamos obligados a un cuidado de nuestro entorno natural, cultural y patrimonial, tanto para los que estamos hoy como para los que vendrán mañana.
Por otro lado, cualquier persona debe tener derecho a practicar su afición en el medio natural siempre y cuando ésta no produzca alteraciones del propio entorno así como tampoco ocasione un perjuicio para otros usuarios, especialmente aquellos cuya presencia ha sido permanente desde tiempos anteriores a la aparición de otros nuevos usuarios.
Ante el devenir de las reuniones que se han celebrado, los clubes de senderismo de La Palma hemos decidido poner fin a nuestra participación activa en las reuniones relativas a las “Directrices Vehículos Rodados y Animales de Montura” debido a las irregularidades detectadas en dichas reuniones y que, a continuación, pasamos a detallar:
1) El sistema empleado para la convocatoria a la misma no ha sido el correcto porque a la mayor parte de los clubes de senderismo no se les ha hecho llegar la convocatoria en la forma y tiempo adecuados, o al menos no hemos tenido constancia. Hemos echado en falta la participación de otros colectivos relacionados con el uso de los caminos, incluso de otros especialmente implicados en la conservación del medio natural en estas “reuniones-talleres” como son científicos, botánicos, biólogos, geólogos, etc. que podrían arrojar luz sobre este problema y el impacto que se viene produciendo en los senderos.
Pero además, la mayoría de los clubes adscritos a la Federación de Montaña no han tenido conocimiento de este importante proceso que les afecta directamente. Algunos de ellos se han enterado a través de los medios de comunicación o por terceros puesto que no se les ha remitido correo electrónico alguno, ni llamada telefónica o cualquier otra comunicación al respecto sobre este asunto que consideramos transcendental. Tan solo alguno tuvo conocimiento previamente por parte de la Administración, pero no con la suficiente antelación para preparar alegaciones y posturas. Uno de los representantes de los clubes de senderismo propuso la subsanación de esta deficiencia en la reunión de 23 de enero de 2024 pero no fue recogida para la siguiente que tuvo lugar el 30 de enero de 2024.
A pesar de este fallo en la convocatoria, solo algunos sí que han podido asistir aunque más bien para informarse e intentar lograr una mayor participación de nuestro colectivo, desconociéndose el método de trabajo en profundidad para el fin que se pretendía. De hecho, solo pudo asistir una persona relacionada con el montañismo y el senderismo de La Palma, enterándose por a través de un particular, a la segunda reunión, es decir al “primer taller” realizado el 15 de diciembre de 2023. En la siguiente (“segundo taller”, del 23 de enero de 2024), ya se presentaron cuatro clubes con sus correspondientes representantes, en las que expusieron sus preocupaciones al respecto.
2) El tránsito de vehículos rodados -bicicletas y motos de trial- por los senderos de La Palma se ha convertido en un problema que, durante los últimos años, ha venido provocado malestar entre los usuarios cuya actividad discurre a pie: senderistas, corredores, personas con sus animales, turistas que vienen disfrutar de nuestro entorno paisajístico, etc.; precisamente, los que más frecuentan y saben valorar un espacio natural como único e irrepetible.
Por tanto, todo este proceso de convocatoria, sin tener en cuenta al colectivo que representamos; la ausencia de otros grupos medioambientales, ecologistas y científicos, los cuales éstos últimos podrían arrojar luz sobre cómo abordar el problema y si existe una solución posible; y el enfoque que se le ha dado a estos talleres, llevado de forma claramente deficiente, nos induce a pensar que se ha intentado primar al colectivo del ciclismo de montaña para seguir haciendo un mayor uso de la Red de Senderos de La Palma, cuando observamos que, en otras islas, esta práctica se viene regulando estrictamente ante el alto grado de deterioro detectado en sus senderos y el grave riesgo de atropello para el resto de usuarios que los transitan.
Recordemos aquí la labor que realiza en Tenerife el colectivo “Pasa sin huella”, en colaboración con su Cabildo Insular. También, deberíamos tener en cuenta como se ha desarrollado esta modalidad de bicicleta de montaña -enduro: término por el que se conoce el descenso acelerado de bicicletas de montaña por vías pronunciadas- para no incurrir en los mismos errores que puedan ser irreversibles en el futuro.
Es más, las sensaciones percibidas durante las pocas reuniones que hemos asistido es querer que seamos un convidado de piedra y demos nuestro beneplácito a las demandas de estas empresas de ciclismo de montaña, clubes de ciclismo y particulares de este colectivo, para elaborar una normativa favorable para su uso, en detrimento del resto de usuarios, especialmente nosotros los caminantes. Se nos achaca también que nosotros degradamos mucho más el espacio natural, cuando justamente es contrario a los principios de la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada), y que es un efecto producido por las lluvias, sin entrar a profundizar que es por los surcos que previamente dejan el paso de las ruedas de las bicicletas, levantando el firme en las bajadas.
3) La metodología de trabajo es muy propensa al enfrentamiento. Se debería haber reunido por separado a las partes y estudiado primero las circunstancias de cada colectivo relacionado con los senderos de La Palma, con personas cualificadas para esta problemática, si existe alguna solución razonable para poder convivir ambas actividades, no necesariamente en los senderos.
4) Cualquier solución tomada después de estas reuniones va a chocar con la normativa medioambiental que no se puede pasar por alto, porque de ella depende que podamos dejar a las nuevas generaciones una Naturaleza conservada, con la riqueza que ello supone, sin alteraciones irremediables. Entendemos que puedan haber personas que se dediquen al ciclismo de montaña que quieran hacer las cosas bien pero por unos pocos que lo hagan mal el daño puede ser irreparable.
5) La última convocatoria (“tercer taller”, del 30 de enero de 2024), sobre la cual se marcaron dos puntos a tratar, puso la guinda final a este proceso arbitrario desde un primer momento.
Primeramente, los asistentes recibieron un decálogo de buenas conductas en la montaña a cumplir, especialmente dirigido a los ciclistas -hecho que viene a constatar que los otros colectivos fueron dejados a un lado-; y después, una encuesta sobre las buenas prácticas igualmente encaminada a los ciclistas de montaña que practican “enduro”, tanto empresas como particulares.
Entonces, nos preguntamos, ¿para qué asistimos las demás asociaciones, colectivos o clubes?
Al final del tercer taller, correspondiente a la cuarta reunión (23 de enero de 2024), el moderador propuso un ejercicio sobre los diferentes aspectos vinculados a una buena conducta en la montaña, el cual se efectuó en la primera parte de la última convocatoria (30 de enero de 2024); incluso, el educador ambiental propuso un ejercicio empático por ambas partes: empresas y clubes de ciclismo de montaña por un lado y los demás colectivos por el
otro. Sobre esto último, tan solo se mencionó que los representantes de los clubes de senderismo que asistieron a esa reunión habían preparado sus propuestas pero ahí quedó todo, no mencionado este punto que se encontraba en el orden de la reunión.
6) Consideramos, pues, que existe una clara predisposición desde un primer momento hacia los intereses del colectivo ciclista (empresas y clubes que se dedican a ello) y estas son las razones:
- Primera convocatoria (30-noviembre-2023): apenas participaron empresas, asociaciones y clubes de otra índole que no fuera la ciclista en su vertiente de enduro.
- Primer taller (15-diciembre-2023): un manifiesto e interesado razonamiento para favorecer a empresas que obtienen beneficios económicos por la práctica de enduro y el ninguneo a los senderistas, mostrando un claro desprecio hacia los usuarios a los cuales se les debe el motivo de la creación de nuestra red de senderos a principios de siglo y la homologación de la misma por parte de la FEDME, siguiendo las normativa europea (ERA) y que nunca ha buscado sacar rédito económico a sus actividades.
Al final de esta jornada, varias empresas de ciclismo presentaron una serie de peticiones relacionadas con esta práctica, relativas a algunos de los senderos de la red de La Palma, pretendiendo atribuirse como propios para su uso exclusivo, compartidos o su uso exclusivo en determinadas franjas horarias.
- Segundo taller (23-enero-2024) y el tercer taller (30-enero-2024): claramente enfocada a los ciclistas de montaña con un primer punto sobre un decálogo de buenas acciones a cumplir y una encuesta de buenas prácticas después, obviando el ejercicio de empatía acordado en la anterior convocatoria relativo a las propuestas de los clubes de senderismo en los itinerarios para las bicicletas y su colectivo, y de senderos para los clubes de caminantes.
7) Tal y como se ha planteado el proceso, opinamos que cualquier solución chocará con el cumplimiento de la normativa medioambiental actual, lo que invalidará inmediatamente cualquier solución.
8) Desde un punto de vista estratégico, convendría tener en cuenta que La Palma es un destino consolidado para el turismo de senderismo. Eso es bien conocido, y llevar con orgullo y no crear situaciones que deterioren esta imagen porque La Palma está dentro de “los grandes” del montañismo europeo.
Los clubes de senderistas o de caminantes de esta isla son embajadores de muchos senderistas llegados a esta isla para participar en recorridos por la Naturaleza, no ejerciendo como guías titulados sino como acompañantes de otros grupos, familiares y conocidos que tiene en común la práctica del senderismo. En los últimos años, la afinidad entre grupos de senderistas de las diferentes islas y más allá de Canarias ha fomentando una amistad sana, una cordialidad afectuosa y compartido el objetivo de una actividad de senderismo en la naturaleza, sea en la costa, las medianías, el monte, el pinar y la cumbre, como es el caso de La Palma.
9) No debemos obviar que el senderista siempre tiene prioridad ante un vehículo rodado y que las bicicletas tienen prohibido su tránsito por los Espacios Naturales Protegidos, por lo que no cabe buscar la “armonización” con los caminantes porque es ir en contra de la legalidad y no hay otra opción que hacer cumplir la ley estrictamente, en beneficio de la protección efectiva de los Espacios Naturales Protegidos y los usos autorizados.
10) Las actividades tradicionales de uso por parte de agricultores, ganaderos, silvicultores, comerciantes, romeros, etc. y el tránsito personas, animales de tira y bestias de carga así como otros a lo largo de la historia de La Palma han originado la creación de los
senderos por parte de nuestros campesinos en el pasado, y cuyo valor como vía pública, cultural, paisajista e histórica constituyen valores irrenunciables y señas de identidad de la Isla de La Palma.
Por todo ello, los clubes de montañismo adscritos a la FEDME hemos tomado la decisión ya expuesta, porque es una incongruencia e incompatibilidad querer dar cabida a todos los usuarios con claras diferencias relativas a la velocidad de unos y otros en vías con una acusada pendiente, de un suelo sumamente frágil y de anchura reducida, poniendo en riesgo nuestra integridad, ya no solo por el de colisión, sino también por el estado actual del deterioro que se encuentra el firme, según venimos constando, en todos y cada uno de los caminos de montaña, muy propensos para sufrir futuros accidentes.
El establecimiento de horarios y el carácter compartido en algunos senderos para la práctica del enduro no hacen sino desplazar al resto de usuarios (senderistas, corredores, turistas) e incomodar su asistencia a los mismos, no eliminando el peligro que supone el paso de vehículos rodados que bajan a una velocidad considerable, porque este es el motivo de su uso de los senderos.
Los clubes y agrupaciones de senderismos, unido a otros simples caminantes son los mayores usuarios en estos momentos, y los más visibilizados, en la práctica del montañismo en La Palma. Cada asociación elabora y desarrolla su calendario mensual o trimestral para sus afiliados. No debemos obviar el claro componente social que supone esta actividad física, lúdica y de innegable beneficio para la salud mental al desarrollarse en el medio natural, encontrando siempre a distintos grupos realizando alguna ruta así como personas de modo individual, en parejas o en familia por toda la Red de Senderos de La Palma, especialmente los fines de semana.
Y, en este sentido, es por lo que manifestamos nuestro rotundo malestar con todo este proceso que se lleva cabo.
Firmado:
El colectivo de Clubes de Senderismo de La Palma:
· - Club Deportivo El Atajo
· - Club Senderismo Caminantes Las Breñas
· - Club Deportivo Caminantes Fuentebenamas
· - Club Deportivo Mazucator - Club Deportivo Tajodeque
· - Club Deportivo Caminantes El Poiso - Club Deportivo Junonia
· - Club Deportivo El Riachuelo
· - Senderistas de La Palma Grupo Erótico
· - Antiguos miembros del CD Senderismo Amigos La Palma
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