Pronto volverá el placer de degustar café de La Palma

Café cultivado en La Palma.

María Victoria Hernández

25 de julio de 2022 09:46 h

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Dicen que un buen degustador de café lo toma a sorbos, muy despacio y muy caliente. El movimiento mundial en busca del buen café mueve a millones de amantes de la degustación de esta universal bebida. Se busca la exquisitez, lo raro, el lugar del cultivo, la historia, el arraigo de la planta y su cosecha tradicional.

Unas 4.250 plantas de café se encuentran sembradas y en fase de producción en La Palma. La variedad elegida se encontraba en viejos ejemplares, en producción residual, en fincas particulares de Bajamar, Breña Alta y Llano de Argual, Los Llanos de Aridane.

La primera referencia concreta de la existencia del cultivo del café en las islas, y con toda probabilidad en La Palma, la recoge el periódico palmero El Time el 27 de mayo de 1866 en un artículo titulado Agricultura:

“…otros muchos cultivos importantes establecidos ya en nuestras islas, por ejemplo, la barrilla, la cochinilla y las diversas clases de nopales que aquí vegetan; el algodón; el café; el tabaco; las patatas, con las diversas plantaciones que de ellas se hacen según sus clases”.

No obstante, con anterioridad a estos años los palmeros degustaban café de procedencia de ultramar. Ambos, el café de importación y el cultivado en la isla, coexistieron en una misma época.

Desde hace unos años la isla canaria de La Palma se ha propuesto recuperar este exótico cultivo en sus tierras que se pierde en generaciones anteriores y al menos nos consta cerca de unos 200 años de su existencia y cultivo en la isla.

Pronto volverá el placer de degustar el café cosechado en La Palma, todo se está preparando. Se estima que para el año 2022 o 2023 la primera cosecha dará alguna taza de humeante y aromático café palmero.

En el mes de junio del año 2017 se celebraron las 1ª Jornadas del Café en La Palma organizadas por el área de Agricultura del Cabildo de La Palma. La pretensión de estas jornadas era encausar las inquietudes de un grupo de entusiastas emprendedores en recuperar en La Palma el cultivo del café.

Cinco años después se ha avanzado considerablemente. Se ha fundado ACILPA (Asociación de Caficultores de la isla de La Palma) que agrupa a 23 asociados, repartidos por los municipios de Breña Alta, Breña Baja, Villa de Mazo, Puntallana, San Andrés y Sauces, Barlovento, Tijarafe, Tazacore y Los Llanos de Aridane, bajo la presidencia de Eugenio Abreu Benito.

Unas 4.250 plantas de café se encuentran sembradas y en fase de producción en La Palma en una extensión de unas 2 hectáreas, 4 fanegas (20.000 m2), que en su día fueron facilitadas a los agricultores por el servicio de agricultura del Cabildo de La Palma. Responden a la especie de Arábica, variedad Típica. La planta tarda en alcanzar la primera cosecha entre 3 y 4 años.

Está variedad de café se encontraba de manera residual en La Palma y fue recogida en semillas de árboles muy antiguos por personal especializado de la institución insular en fincas particulares de Bajamar, Breña Alta y Llano de Argual, Los Llanos de Aridane.

En la actualidad ACILPA (Asociación de Caficultores de la isla de La Palma) acogiéndose a una subvención del Cabildo Insular de La Palma ultiman la instalación, puesta a punto y funcionamiento de 13 despulpadoras, una tostadora, 10 medidores de humedad, un molinillo y una trilladora.

Los trabajos están adelantados mientras las “cerezas”, que así también son conocidas el fruto de los cafetales, maduran hacia el color rojo en el árbol del cafeto palmero y comienzan las pruebas de calidad en laboratorios especializados.

Con destino a las 1ª Jornadas del Café en La Palma, celebradas en junio de 2017, me atreví a realizar un pequeño trabajo de investigación, cuando no existía ningún trabajo previo, sobre la historia del cultivo del café en la isla canaria de La Palma. El encargo que me había hecho José Basilio Pérez Rodríguez, por el entonces consejero de agricultura del Cabildo de La Palma, resultó en un principio un reto y más tarde toda una satisfacción al descubrir que nuestras gentes y nuestras tierras son actas para el cultivo del cafeto, una de las bebidas de más alto consumo del mundo.

También me hizo volver a mi infancia cuando recogíamos los frutos maduros, color rojo, en la finca de mi abuelo Tomás Hernández Martín en la zona de la calle Cabo, lindando con el barranco de Tenisca, Los Llanos de Aridane.

Las primeras referencias detalladas de la existencia de plantíos de cafetos en el lugar de Los Llanos de Aridane las apunta en 1885 la británica Olivia Stone en su libro de viaje Tenerife y sus seis satélites, publicado en su primera edición en Londres.

En su visita a la casa y hacienda de Sotomayor en Argual, Los Llanos de Aridane, explica: “Dan trabajo a un considerable número de personas, porque cultivan caña de azúcar, té, café, viñas y tabaco, además de los alimentos necesarios para la vida diaria”.

Más adelante, la escritora describe la producción cafetera: “El cafeto es un arbusto parecido a un laurel. Aquí lo plantan entre plataneras para protegerlo del viento. La baya primero es verde, después roja y, cuando está madura, es de castaño claro, con tamaño y forma semejante a los de la zarzamora. Cuando se le quita la piel exterior encontramos una nuez dura dentro y cuando está seca se divide en dos y el café crudo está listo. Se recogen dos cosechas al año, siendo la mejor la de marzo”.

Pronto volverá el placer de poder degustar café cultivado en La Palma. Así lo esperamos. 

María Victoria Hernández, cronista Ooficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

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