La finalización de la balsa de Vicario en Tijarafe sigue pendiente de un acuerdo “amigable” con la adjudicataria de la obra
La balsa de Vicario, en el municipio de Tijarafe, que fue adjudicada en 2010 con un plazo de ejecución de treinta meses, está paralizada y la continuidad de las obras dependen de si hay un acuerdo “amigable” con la unión temporal de empresas que la realizaba y que está en concurso de acreedores.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Narvay Quintero, ha dado esa explicación en comisión parlamentaria a una pregunta del portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, quien ha recordado que se trata de una obra vital para La Palma y ha criticado que no se declarase de emergencia su ejecución.
El consejero ha reconocido que se trata de una obra vital y ha explicado que tras su adjudicación hubo retrasos por problemas con el suelo, mientras que en 2012, 2013 y 2014 la crisis y la reducción del convenio con el Estado en obras hidráulicas los trabajos sufrieron un retraso considerable.
Y cuanto la obra estaba a punto de terminarse la unión temporal de empresas que la ejecutiva se ha declarado en concurso de acreedores, ante lo cual el Gobierno canario ha pedido que acredite que puede terminar el trabajo y como no lo ha hecho el ejecutivo ha rescindido el contrato, ha explicado Narvay Quintero.
El consejero ha añadido que ahora hay que negociar con la empresa si quiere resolver la situación de forma “amigable”, con lo que los trabajos se podrían concluir en siete meses, mientras que si no hay acuerdo y se recurre a la justicia habrá que esperar a una resolución.
Narvay Quintero ha dicho que el gobierno regional ha iniciado los informes para declarar de emergencia la obra.