El fiscal ve “ánimo de matar” en la agresión a una mujer en Tijarafe y la defensa alega trastorno transitorio

Sala del juicio celebrado este martes en el Juzgado de Instrucción número 2. Foto: LA PALMA AHORA.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

La Sección 5ª de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife se ha desplazado este martes al Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz de La Palma para juzgar la agresión a una mujer ocurrida en abril 2013 en un sendero del municipio de Tijarafe.

El Ministerio Fiscal considera que el acusado, J.M.P, que entonces tenía entonces 18 años, tuvo “ánimo de matar” por “la gravedad y características de las lesiones”, concentradas en la cara de la víctima. El instrumento utilizado para efectuar el ataque fue, según la fiscal, “una piedra de grandes dimensiones de entre 800 y 1.000 gramos de peso”. “Por la intensidad y número de golpes, y por la región corporal a la que se dirigieron” se trata de “un delito de homicidio en grado de tentativa, hubo intención de matar”, sostuvo. La fiscal pide nueve años de cárcel.

La abogada de la defensa considera, por el contrario, que se trata de un delito de lesiones con la atenuante de trastorno mental transitorio y pide 6 meses y un día de prisión y una indemnización a la víctima por responsabilidad civil subsidiaria de 17.130 euros. La defensa se basa en el informe aportado por el psiquiatra, quien asegura que el acusado sufrió “un trastorno de control de los impulsos”, una patología que “aunque no es frecuente” se da en más casos de los que se cree. El referido trastorno, afirmó el especialista en psiquiatría, le produjo “una pérdida de conciencia” que le afectó a la memoria y derivó en “una conducta inapropiada”.

Las forenses discreparon del diagnóstico del psiquiatra y detallaron las lesiones que presentaba la víctima en la cara, con erosiones, heridas y hematomas, y que, reconocieron, no suponían “un riesgo vital”.

El acusado pidió disculpas a la víctima, dijo que “ojalá pudiera saber por qué hice eso” y se mostró “arrepentido”. “Estuve tres semanas en prisión y salí con una depresión, por lo que tuve que recurrir a psicólogos y psiquiatras; estoy dispuesto a pagar lo que hice con dinero y siento lo que pasó”, concluyó.

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