“Nuestro socios internacionales pueden ver en El Roque inseguridad jurídica”

Ramón García López es investigador principal de la Red de Telescopios Cherenkov. Crédito: MIGUEL BRIGANTI, SMM (IAC).

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Las diferencias de interpretación entre el Ayuntamiento de Garafía y el Cabildo de La Palma a la hora de conceder la licencia para la instalación del telescopio prototipo japonés LST1 de la Red de Telescopios Cherenkov (CTA) en el Roque de Los Muchachos, podrían comprometer el futuro del complejo de astrofísica de las cumbres palmeras. “Esta situación puede ser interpretada por nuestros socios internacionales como una falta de seguridad jurídica para futuras instalaciones, y no estamos hablando solo de la CTA, que es ahora mismo la mayor apuesta que tenemos, sino también del telescopio de 30 metros (TMT), cuya posibilidad de venir a la Isla está sobrevolando”, ha manifestado a La Palma Ahora Ramón García López, astrofísico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) e investigador principal para Canarias de la Red de Telescopios Cherenkov. “La gente comienza a mirar con cierta distancia y a pensar que La Palma ya no es un sitio tan seguro como lo ha sido durante los 32 años que llevamos operando telescopios en El Roque”, ha advertido.

Recordó que “la Red de Telescopios CTA arrancó en el año 2006, llevamos 11 años de recorrido, y de esos, unos cinco dedicados, con mucho esfuerzo, a conseguir que se instalase en La Palma, y no, por ejemplo, en San Pedro Mártir, en México”. “Una vez que lo conseguimos, comenzamos la instalación del prototipo, que es fundamental porque va a servir para validar la viabilidad de estos telescopios, y todo lo que estamos aprendiendo con el prototipo se aplicará al resto de instrumentos; solicitamos la licencia para la construcción de la plataforma, se nos otorgó, la construimos, pero cuando se nos dio la licencia nos dijeron que era necesario una licencia adicional para la estructura del telescopio, algo que antes no había ocurrido”, ha explicado.

Para los telescopios MAGIC, muy similares, “se pidió solo la licencia para la plataforma, pero en este caso se ha solicitado también una segunda licencia y hemos cumplido con todos los compromisos”, ha subrayado García López. “Es verdad que las cosas han cambiado desde la construcción de los MAGIC, que La Palma forma parte ahora de la Red Natura y eso requiere un mayor cuidado medioambiental; eso nos parece bien y cumplimos con todo lo que se nos pide”, insiste.

“La solicitud de licencia con el proyecto de instalación del telescopio se entregó el pasado mes de noviembre en el Ayuntamiento de Garafía y estamos en mayo y todavía no se ha resuelto”, se queja. “Lo que parece haber es una diferencia de interpretación entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo, por una parte, y el Ayuntamiento de Garafía y el Cabildo por otra”, precisa. “Estos telescopios son parecidos a los MAGIC pero más grandes, aquellos tienen 17 metros y estos 23, están al aire libre y para poder construirlos necesitamos buen tiempo, entre abril y octubre, básicamente, esa es la ventana de operación que tenemos; nuestra intención inicialmente era empezar a construir en abril, pero si no comenzamos pronto vamos a tener un año perdido y si eso es así la colaboración puede resentirse”, afirmó.

García López acaba de regresar de Río de Janeiro, donde se han reunido los socios de la CTA. “Allí ya había gente muy preocupada por estos retrasos porque, al final, los fondos para la construcción del observatorio no están completamente garantizados; en principio tenemos una aportación por parte española muy importante pero que está sujeta a que se haga el observatorio y en un momento determinado el consorcio puede pensar que si no hay seguridad jurídica suficiente no merece la pena instalarlo en La Palma, así que hay un riesgo claro de que se pierda el proyecto”, ha reconocido. “O comenzamos muy pronto a trabajar o puede haber problemas serios”, dice.

Las diferencias que han surgido en la concesión de la licencia, a su juicio, son “de entendimiento”. “A mí me consta que desde el Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma se está trabajando intensamente para intentar solucionar esta situación, y le han comunicado al Ayuntamiento de Garafía que ya se le ha entregado toda la documentación” pero la Corporación local “tiene una interpretación diferente de este asunto”.

“No podemos hacer mucho más de lo que estamos haciendo, hemos entregado todo lo que se nos había pedido, desde el punto de vista del proyecto hemos dado toda la información; tuvimos una reunión en julio del año pasado con el Ayuntamiento de Garafía precisamente cuando se planteó que era necesaria una nueva licencia para la instalación de la estructura del telescopio, estuvimos pactando los detalles y qué iban a necesitar exactamente, y a partir de ahí hubo que hacer todo un proyecto de construcción sellado por un Colegio de Ingenieros español, que lo hizo una empresa de La Palma”, relata. “Estamos dispuestos a hablar con unos y con otros todo lo que haga falta, de hecho, yo he estado en La Palma en varias reuniones y me consta que mi director, Rafael Rebolo, se pasa días y noches en encuentros con unos y otros, pero lo que no terminamos de entender realmente es ese enconamiento, por decirlo de alguna manera, del Ayuntamiento de Garafía, cuando el resto de administraciones le están diciendo que le hemos dado todo lo que necesitan”, añade.

Si la Red de Telescopios Cherenkov no se construye en La Palma, de entrada se “perdería una inversión de 90 millones de euros, buena parte de los cuales quedaría en el observatorio en cimientos, edificios e instalaciones que proporcionarían licencias al Ayuntamiento”, resalta Ramón García. Pero lo peor no es esto. “Lo importante realmente son los 30 años de operación con servicios incluidos, porque hay que dar mantenimiento a esos telescopios, crear empresas en La Palma para, por ejemplo, mantener los miles de espejos; estamos hablando de perder una instalación científica de primer orden”, remarca este científico, quien hace hincapié en que “esta red de telescopios es un observatorio muy peculiar en el sentido de que unos no compiten con otros; de este consorcio formamos parte 1.400 personas de 32 países de los cinco continentes, tiene una repercusión enorme”, agrega. 

El investigador principal para Canarias de la Red de Telescopios Cherenkov apunta que la CTA tiene “dos observatorios, el de La Palma y el que se instalará en Chile, de manera que podamos cubrir tanto el hemisferio norte como sur; no competimos con otros, todos los que trabajamos en este campo nos hemos unido, 1.400 personas, para construir este gran observatorio con las dos sedes y si se perdiera, la repercusión para Canarias sería importante, sobre todo en visibilidad, aparte de la cuestión económica; se pierde una inversión importante y su evolución durante los próximos 30 años”, ha puntualizado. “Tenemos un problema de visibilidad muy serio porque son 32 países los que participan en este proyecto”, concluye. 

En concreto, la red de la CTA, la mayor instalación científica del mundo de rayos gamma, estará formada por 100 telescopios Cherenkov y se emplazará en los dos hemisferios para detectar radiación de alta energía. Veinte de ellos, los correspondientes al hemisferio norte, se proyectan ubicar en el Roque de Los Muchachos .

Etiquetas
stats