El portugués hizo “más mella” en el español de La Palma que en el del resto del Archipiélago
La ponencia sobre las peculiaridades del español hablado en La Palma, impartida por la doctora de Filología Hispánica y académica de la Academia Canaria de la Lengua, Carmen Díaz Ayalón, marcó el inicio de las ponencias de la cuarta jornada del IX Campus de Etnografía y Folclore que impulsa la ULPGC en Ingenio en el marco de la 27 edición del Festival Internacional de Folclore 'Muestra Solidaria de los Pueblos'.
“La lengua que hablamos en La Palma es el español, salpicado de elementos diferenciales. El canario es un dialecto como lo es el andaluz, el riojano, el murciano, el extremeño, el mexicano o el rioplatense, que como grupo homogéneo tiene una manera diferente de ver el mundo, de pensar, de sentir que lo diferencia del resto”, apuntó Carmen Díaz. “La pronunciación del español de La Palma no tiene una singularidad propia, tiene el particular seseo al no distinguir entre la -s y la -z, algo que proviene de Andalucía y es debido a que no tenemos el fonema z”, dijo.
“Una diferencia que tiene el español de La Palma con respecto al de otras islas es que en aquél el portugués ha hecho mucha más mella que en las demás. El castellano y el portugués se fundieron y se complementaron”. La profesora Díaz Ayalón resaltó que si comparamos el legado lingüístico luso en La Palma con el dejado en otras partes del mundo en las que los portugueses colonizaron, hay una influencia mayor en la Isla Bonita, a pesar de que esta nunca formó parte del imperio portugués. “La relación de Canarias con Portugal es muy estrecha. La presencia de los portugueses es notable durante la colonización. Llegaron acabada la conquista y decaen a partir del siglo XVII por el poder que tenía América. Los portugueses se asientan en las zonas de Garafía o Los Sauces para cultivar la caña de azúcar. La ausencia de comunicaciones adecuadas, el carácter disperso de los asentamientos, sobre todo la de la zona septentrional, ayuda a que esta influencia portuguesa se mantenga en el tiempo”, advirtió la académica. Desde la Academia Canaria de la Lengua estiman que unas 2.000 palabras canarias tienen origen portugués. “Suelen estar relacionadas con el ámbito de la pesca, la agricultura y la carpintería, las principales actividades a las que se dedicaban los asentamientos portugueses en las Islas en el siglo XVII. Aquí podemos encontrar lusimos como retoballo, taramela, totizo, balango, batume, engodo y gorza”.
“La Palma ha estado muy relacionada con América”, indicó Díaz Ayalón. El uso de “ustedes” en lugar de “vosotros” tiene su origen en esta relación. Los americanos empezaron a abandonar el vosotros en la época de la independencia como “rasgo diferencial respecto a las colonias castellanas”. Debido a la abundante inmigración de canarios a Latinoamérica entre los siglos XVI y XIX, se acabó adaptando esta peculiaridad del habla. Sin embargo, este proceso aún no ha concluido. En la isla de La Palma todavía es utilizado, de una manera arcaica, especialmente por parte de las personas mayores. “En alguna ocasión escucho en mis clases el uso de vosotros sobre todo entre la gente más jóven, pero son casos bastante aislados, es más por gusto que por otra cosa. Los cambios de la lengua tardan mucho en asentarse y esto es una moda pasajera”, dijo.
La aportación americana se advierte también en voces como arique, morrocoyo, guagua, ciguata, guarapo, curiel, boniato, guanajo. Para la académica el tráfico de mercancías y pasajeros conocerán durante el siglo XIX una etapa de singular intensidad entre Santa Cruz de La Palma y Cuba y ello se refleja en la mutua influencia cultural y lingüística.
El leísmo de cortesía también es una particularidad que se ha ido asentando en la isla. Es muy habitual expresiones como: “le llama por teléfono”, en vez de “la llama” o “lo llama”. En cuanto al léxico autóctono, se constatan elementos propios que en unos casos son creaciones locales y en otros son de procedencia foránea. “Si hablamos de canarismos, de las 4.800 entradas que hay en la Academia Canaria de la Lengua, 300 son exclusivas de La Palma”, destacó Carmen
Un viaje por Canarias que fue mucho más que eso
Olivia Stone llegó a Canarias en 1883, recorriendo las siete islas y confeccionó uno de los libros de viajes más influyentes escritos sobre las islas. El profesor titular de Filología Inglesa de la Universidad de La Laguna, Francisco Javier Castillo, disertó, durante la segunda conferencia celebrada el día 14 de julio, sobre las anotaciones de las impresiones y reflexiones que le suscitaron a esta viajera, cuya obra 'Tenerife y sus seis satélites' fue publicada en Londres en 1887, e ilustrada con 92 grabados hechos a partir de las fotografías que su marido, John Harris, tomó durante los seis meses que permanecieron en el Archipiélago.
A finales del siglo XIX Canarias empezaba a ser parte de los destinos de viaje de la clase alta británica, y Stone quiso contar sus experiencias y observaciones en este libro que, debido a su amenidad narrativa, el encanto de la prosa, la incesante curiosidad de su autora y, sobre todo, la inmensa cantidad de información que acumula en sus dos volúmenes de alrededor de mil páginas, ocupa un lugar privilegiado dentro de la riquísima literatura de viajes que existe sobre todas las islas del archipiélago canario. El volumen I está dedicado a Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma. El volumen II está dedicado a Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
Para Castillo se trata de una de las primeras obras en reflejar a todas y cada una de las siete islas gracias a la variedad de registros recopilados por la incansable viajera, con referencias que van desde el ámbito religioso, gastronómico, climatológico hasta detallar pautas históricas sociodemográficas o sencillamente anecdóticas. “En el texto de Stone vemos una visión de las Islas Canarias en el siglo XIX y una defensora a ultranza del medio ambiente. Es una mujer victoriana, educada en los valores ingleses del momento. Hay cosas que critica y que no le gustan, hace críticas furibundas de las peleas de gallos. Su visión crítica tiene fundamento en muchas de sus reflexiones. Hay que agradecerle que nos haya descrito cómo era Canarias en esos momentos y nos haya dejado atisbar a través de su realidad”, explicó el profesor y director de la Cátedra Cultural “Alexander von Humboldt” desde 2005.
La labor investigadora de Castillo se centra mayoritariamente en la literatura inglesa del Renacimiento, la narrativa norteamericana de la primera mitad del siglo XIX, la literatura de viajes y los estudios culturales. Dentro de la parcela de la literatura de viajes ha publicado una treintena de trabajos que, en su mayoría, se refieren a los importantes fondos de esta naturaleza que guardan las bibliotecas insulares, a las fuentes británicas del siglo XIX y a los textos ingleses relativos a Canarias. En este sentido, ha prestado particular atención a la recepción que estos textos han tenido y también ha considerado una parte de la amplia producción de traducciones que en este sentido se han publicado en los últimos años.
En su conferencia titulada ‘la isla de las estrellas en la retina de los viajeros’, la isla de las estrellas es, obviamente, La Palma, “una referencia que no constituye un capricho, sino que tomó de uno de los viajeros a que los que se refirió. Castillo recorrió en su intervención un espacio que se abre en la segunda mitad del siglo XVI y se cierra en los inicios del siglo XX, dedicando más atención a las publicaciones que se produjeron en la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años de la centuria siguiente y centrándose en las características de la visión que estos viajeros tuvieron de la isla.
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