Las fuerzas de seguridad trabajan en ''alerta máxima'' contra ETA
El consejero de Interior del Gobierno Vasco, Javier Balza, reconoció este juevesque tanto el Ministerio como su Departamento trabajan en la lucha antiterrorista con “alerta máxima” porque ETA está intentando “actuar”.
Balza informó de una conversación mantenida con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre la actual situación en la lucha contra ETA después de la desarticulación de un comando en Guipúzcoa y las detenciones producidas en Francia. Explicó que más allá de que haya indicios o no para pensar en un “atentado inminente”, que es algo que forma parte de un “tipo de declaraciones públicas más que del trabajo policial”, lo que sí está claro es que la organización terrorista “está intentando reconstituir comandos y actuar”.
El consejero de Interior, a preguntas de los periodistas sobre si ETA puede tener más comandos organizados en la Comunidad Autónoma Vasca o en otros puntos del Estado, se limitó a decir que “no es lógico” pensar que la Policía haya logrado desarticular todos los comandos que ETA ha podido intentar activar en los últimos tiempos. Recordó las detenciones a finales del año pasado relacionadas con un grupo en Vizcaya o la del presunto activista que iba a organizar una infraestructura en el Levante español, y dijo que esto demuestra que “no parece que ETA esté dispuesta a dar muchas oportunidades a un proceso real, o que, al menos, juega a dos barajas y eso es una situación poco fiable”.
Pístola robada en Francia
Los ocho presuntos etarras detenidos el pasado miércoles, que integraban el denominado comando Donosti de ETA, tenían instrucciones básicas para componer bombas y una pistola que procedía del robo de las 350 armas perpetrado el 23 de noviembre en la localidad francesa de Vauvert. Además, otros dos presuntos miembros de la banda fueron arrestados la pasada madrugada en Perigueux (suroeste de Francia) después de eludir un control rutinario de tráfico, según informaron fuentes próximas a la investigación.
Las detenciones de los ocho integrantes del comando Donosti, uno de los habitualmente más activos de ETA, fueron practicadas por la Guardia Civil en el marco de una operación antiterrorista, que continúa abierta, desarrollada en Guipúzcoa, Álava y Navarra. El presunto responsable del comando, José Angel Lerín Sánchez, disponía de varios documentos de identidad falsos y de una de las pistolas robadas en Vauvert, cuando fue detenido en Andoain, donde fueron localizados numerosos temporizadores con instrucciones elementales para ensamblar las bombas.
Lerín Sánchez, quien había sido condenado en 1993 a tres años de prisión por agredir a un policía nacional, se encontraba huido desde la primavera de 2005, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista. Los otros siete detenidos, cinco hombres y dos mujeres, son presuntos miembros “legales” de ETA, es decir, que no estaban fichados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y residían libremente en el País Vasco.
En San Sebastián, fue detenido Juan Carlos Herrador Pousa, de 37 años, a quien, según el colectivo de apoyo a los presos etarras Askatasuna, la Guardia Civil arrestó en una taberna del barrio del Antiguo de esa ciudad. Otro de los presuntos “legales”, Endika Zinkunegi Zubizarreta, de 29 años y natural de la localidad guipuzcoana de Usurbil, fue arrestado en Oyón (Álava), mientras que el donostiarra Iñigo Orúe, de 33, lo era en Idiazabal (Guipúzcoa).
Arkatiz Agote, de 30, fue detenido en San Sebastián, Julián Larrañaga, de 40, en Villafranca de Ordizia (Guipúzcoa) e Itziar Agirre, de 30, en Zizurkil (Guipúzcoa). Por último, Lorea Irigoyen, de 27 años, fue arrestada por la Guardia Civil en la localidad de Uharte-Arakil (Navarra).
Tras los registros practicados, la Guardia Civil se ha incautado de diverso material para la fabricación de artefactos, cuya mezcla permitiría elaborar unos 30 kilos de explosivo, así como diversa cartografía -sobre todo mapas de la zona pirenaica vasca y navarra y callejeros de localidades guipuzcoanas- y abundante documentación, que está pendiente de analizar, según el Ministerio de Interior. El instituto armado expuso este jueves en el cuartel donostiarra de Intxaurrondo el material localizado en Andoain, entre los que figuran varios temporizadores en cuyos envoltorios se pueden leer en euskera instrucciones básicas para su utilización y montaje, incluso para especificar la posición de encendido y apagado on-off.
El embalaje de estos temporizadores, algunos de los cuales son programables con un día de antelación mientras que otros alcanzan el año, lleva adherido, con el anagrama de ETA, los pasos y el orden a seguir en la confección del artefacto e incluso indicaciones específicas para la utilización de “pilas adecuadas, nuevas y sin usar”. En los adhesivos explicativos se precisan detalles como el tiempo de seguridad que ofrece cada temporizador y se numeran, uno a uno, los pasos a seguir desde la programación, la puesta en marcha o el encendido de la lámpara de comprobación.
“Asegúrate con una pila de 9 voltios de que la lámpara está bien colocada. Unir el detonador al aparato. Poner en carga el detonador”, son otros de los pasos que se indican en estas instrucciones. Además de los temporizadores, la Guardia Civil se incautó de detonadores, dispositivos de iniciación para bombas lapa, cordón detonante, lámparas de comprobación y diversos componentes para la fabricación de explosivo como nitrato, pentrita y aluminio, así como clorato o azúcar glass, que se emplean, junto al azufre, en la elaboración de la cloratita.
Los detenidos se encuentran en dependencias de la Guardia Civil en Madrid y en los próximos días serán puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. Por otra parte, los dos detenidos anoche en Francia son los presuntos miembros de ETA Kepa Mirena Suárez Ugarte y Juan Carlos Yurrebaso Atutxa, aunque Interior está pendiente todavía del cotejo de las huellas para confirmar oficialmente sus identidades.