El sastre José Tomás: Crespo pagaba las prendas de Camps y Costa en Milano
VALENCIA, 26 (EUROPA PRESS)
José Tomás, director de la tienda de Milano en la calle Serrano de Madrid, ha asegurado en el juicio que se sigue contra el expresidente de la Generalitat Francisco Camps y el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa por la causa de los trajes derivada del 'caso Gürtel', que en este establecimiento había una cuenta en la que se cargaban los trajes de los dos acusados, así como de Rafael Betoret, Víctor Campos y Pedro García, que pagaba Pablo Crespo, considerado presunto cabecilla de la trama.
Tomás, que se ha reivindicado como “director de moda” ya que, según ha dicho, él no es sastre, ha explicado que conoce a Álvaro Pérez de Milano, porque compraba allí, y que fue él quien le presentó a Pablo Crespo. “Cuando entró Crespo en la sociedad iban comprando y cada equis meses” la cajera se ponía en contacto con ellos para cobrar. “Elena --la cajera-- siempre mandaba un aviso a Crespo con lo que se debía”, ha recalcado y ha indicado que éste pagaba en efectivo o con talones.
Inicialmente, ha explicado que en la cuenta solo se cargaban sus compras pero, posteriormente, se añadieron las de otras personas. Así, al principio, ha dicho que el primero que fue a la tienda con Álvaro Pérez fue en 2004 Rafael Betoret --el exjefe de Gabinete de la Conselleria de Turisme-- y de quien se acordaba que dejó su tarjeta para que pudieran ir a la feria Fitur. Luego llegó Pedro García, al que le presentaron como director de Canal 9, en ese mismo año, y en ese período no fue nadie más.
Posteriormente, ha detallado que en la primavera de 2005 Pérez le preguntó si no le importaba desplazarse a Valencia para tomar medidas “a Costa y Campos”. El testigo ha señalado que, por la “agenda” de estas dos personas, tuvo que quedarse en la ciudad dos días. Y ha concretado que, en el caso de Costa, las medidas se las tomó en la sede del PPCV.
En ese momento, ha especificado que Camps no estaba en la cuenta pero “luego, por supuesto, estuvo”. De hecho, ha indicado que cuando dejó Milano en septiembre de 2006 pidió a Crespo que se cancelara todo lo que se debía pero le trasladó que no se abonaran cuatro trajes que se había confeccionado mal al exjefe del Consell.
Preguntado por cuánto suponían las ventas de estas personas en el conjunto del establecimiento, las ha cifrado en un porcentaje bajo. “El 0,3 o el 0,4 por ciento”, ha indicado, para reconocer que le daba “más trabajo el servir a estos señores” por tener que trasladarse“ o, en el caso de Camps, ir en una ocasión al Hotel Ritz a tomarle las medidas. ”Era un orgullo personalmente por empatía o ideas“, ha justificado.