Zapatero recibirá a Ibarretxe para mostrarle su rechazo al referéndum
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá el martes en la Moncloa al lehendakari, Juan José Ibarretxe, para mostrarle su rechazo a la celebración de una consulta popular sobre el futuro del país vasco, iniciativa que el Gobierno considera inviable en el marco de la Constitución.
La reunión, la octava entre Zapatero e Ibarretxe en esta legislatura, tendrá lugar justo una semana después del último atentado de ETA, que hirió con una bomba lapa al escolta Gabriel Ginés en Bilbao.
Durante la celebración de la Fiesta Nacional el pasado viernes, Zapatero avanzó ya su intención de ser “absolutamente claro y nítido” con Ibarretxe, ya que, dijo, “en ese país se respetan las leyes y la Constitución y todo aquello que no lo respete no se puede hacer”.
Desde el PP se le exige a Zapatero que actúe con “contundencia” para que el lehendakari pierda toda esperanza en su “plan soberanista”, y se pide también al presidente del Gobierno que evite que en la reunión se interprete que la soberanía nacional puede ser discutible.
Mientras, Ibarretxe ha dedicado la última semana a realizar una gira iberoamericana que le ha llevado a Argentina, Chile y Colombia, países en los que ha presentado su propuesta de consulta a las comunidades de emigrantes vascos.
“Si hace dos meses España negociaba con ETA, espero que ahora no se nieguen a hacerlo con nosotros”, manifestó en la ciudad argentina de Rosario.
En su opinión, la iniciativa, a la que le han llovido “insultos, mentiras y descalificaciones”, es “democrática e intachable desde el punto de vista legal”.
La fecha de la consulta, el 25 de octubre de 2008, la oficializó Ibarretxe el pasado 28 de septiembre, en el debate de política general con el que el Parlamento vasco inició el nuevo curso político.
Apenas una semana después, el 4 de octubre, 23 miembros de la cúpula de Batasuna fueron detenidos por orden del juez Baltasar Garzón cuando, según informes policiales, pretendían reactivar el partido tras la ruptura formal del alto el fuego de ETA.
Garzón envió a prisión a 17 de los detenidos al considerar que desde el fin de la tregua la formación ilegalizada no tiene voluntad de “acabar con la violencia terrorista”, sino de “coadyuvar renovadamente a la consecución de los fines” de ETA “por medio del recurso a la violencia”.
Dos días después ETA colocó una bomba lapa en el coche del escolta Gabriel Ginés, quien resultó herido en la explosión.
La última reunión entre Zapatero e Ibarretxe tuvo lugar el pasado 20 de junio, dentro de la ronda de contactos que inició el presidente del Gobierno con los líderes políticos para analizar el futuro de la política antiterrorista tras anunciar ETA que rompía su “alto el fuego permanente”.
Tras aquel encuentro, Ibarretxe ratificó a los medios de comunicación en la Moncloa que mantenía su compromiso de celebrar una consulta popular en esta legislatura.
Garantizó a Zapatero su colaboración “máxima” para preservar la seguridad frente al terrorismo, pero rechazó también lo que denominó “viejas fórmulas del pasado”, en referencia a la ley de partidos y a la política penitenciaria.
El Gobierno se limitó a recordar entonces que las reivindicaciones del lehendakari -derogación de la ley de partidos y referéndum- ya eran conocidas, como lo era el rechazo del Ejecutivo central a las mismas.