Centro Nacional de Vulcanología, ¿un centro de excelencia?

El Centro Nacional de Vulcanología (CNV) tiene que ser un modelo de excelencia desde la cooperación. Canarias reúne condiciones únicas para ser la sede del futuro CNV, pero si aspiramos a un centro de excelencia, reconocido internacionalmente, no basta con la ubicación; hace falta un diseño institucional que garantice independencia, calidad y cooperación efectiva.

Parece de sentido común que su sede tiene que estar en Canarias. Lo que no parece tan claro es que el objetivo sea la creación de un centro de excelencia científica, que impulse y convierta a toda la comunidad científica nacional en referencia en la materia, a nivel internacional, como en la actualidad lo es el Instituto de Astrofísica de Canarias, para la ciencia española sobre el Espacio

En Canarias no existe ese centro de excelencia en materia de vulcanología, aunque sí hay expertos que investigan y trabajan en esta materia, diseminados en varias instituciones: IGN, CSIC, ITER (INVOLCAN), las dos Universidades Canarias y una extensa relación de científicos de distintos países que confluyen en las islas.

En estos días ha sido noticia que los Cabildos de La Palma y de Tenerife se han unido para presentar una candidatura conjunta de sedes (administrativa y científica) en sendas islas para el futuro Centro Nacional de Vulcanología. Y además cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias. Una magnífica noticia, que debe ser motivo de celebración.

El 19 de septiembre de 2021 entró en erupción el volcán Tajogaite en La Palma y su actividad duraría hasta el 13 de diciembre de 2021. Decenas de científicos pertenecientes a instituciones canarias, estatales e internacionales estuvieron presentes, durante los 85 días que duró la erupción. 

En Canarias gobernaba un cuatripartito (PSOE, NC, Unidas Sí Podemos y ASG) y en el Estado, lo hacía el primer gobierno de coalición de la nueva etapa democrática (PSOE y Unidas Podemos). 

Como portavoz del Grupo Sí Podemos Canarias en el Parlamento de Canarias, elaboré un documento para la creación de un Centro Vulcanológico de excelencia en Canarias, propuesta que presentamos al resto de los socios de gobierno, que concretamos sucintamente en una resolución aprobada en el Debate del Estado de la Nacionalidad de marzo de 2022 y que decía así: “El Parlamento de Canarias insta al Gobierno de Canarias a estudiar, valorar e impulsar la creación en Canarias de un centro de excelencia universitaria (Instituto de Geociencias de Canarias, similar al IAC), destinado a la investigación, asesoramiento en materia de seguridad y a la gestión integral del vulcanismo en las islas, donde confluyan de forma cooperativa las distintas instituciones que están actualmente desarrollando estudios geológicos y de vigilancia y riesgo volcánico en las Islas Canarias”. 

El objetivo que se pretendía era que, con motivo del primer aniversario de la erupción, se anunciara su creación y se pusieran los medios para ello. El ejemplo a seguir lo teníamos en el IAC. En la década de los años 60 del pasado siglo, en tiempos difíciles para hacer ciencia, se comenzó a gestar la idea del actual centro de excelencia que hoy es el Instituto Astrofísico de Canarias, con un reconocimiento internacional en el campo de la astronomía, haciendo entrar en valor el cielo de Canarias.

Mientras, en los años 70, con la erupción del Teneguía se desaprovechó la posibilidad de crear ese centro vulcanológico en las islas, bienvenidas sean las actuales sinergias de los gobiernos del Estado y de Canarias, así como de los Cabildos de La Palma y de Tenerife, y que se aproveche la ocasión para impulsar desde lo público un centro de excelencia científica en Canarias, denominado Centro Nacional de Vulcanología.

Como sociedad, tenemos la obligación de apostar porque se propicie que trabajen en Canarias, en un mismo centro vulcanológico, distintas instituciones públicas, investigando de forma coordinada y solidaria. El CSIC, el IGN y el ITER (INVOLCAN), junto con las dos Universidades Canarias, deberían conformar ese centro junto a los gobiernos del Estado, de Canarias y Cabildos Insulares. Este centro debería estar bajo un liderazgo científico solvente, de prestigio y de consenso, nombrado por un Consejo Rector que se apoye en el asesoramiento de un comité de expertos internacionales. Es una exigencia a los que nos gobiernan, para no desaprovechar esta oportunidad.

Un centro que nazca con el objetivo prioritario de convertirse, a corto o medio plazo, en referencia internacional y en un centro de excelencia científica. Un centro, donde haya una clara diferenciación entre la gestión administrativa y la gestión científica. Un centro que, con criterios transparentes de mérito, capacidad y publicidad, se dote del personal suficiente; y que, con criterios de concurrencia competitiva, redistribuya los fondos recibidos entre los distintos proyectos que presenten tanto las distintas instituciones que lo conforman, como aquellas que pudieran aspirar a ello desde cualquier parte del mundo, para realizar estudios de investigación en Canarias. 

En definitiva, un centro que supere la actual situación de dispersión y atomización existente en Canarias en este sector de la investigación científica, evite innecesarias duplicidades, maximice la inversión pública con absoluta transparencia, y donde se trabaje en un plano de igualdad, sin relaciones de subalternidad o desconfianza entre unas y otras instituciones. 

Ese centro de excelencia en materia de vulcanología, y con esos criterios, no existe en Canarias y hay que apostar por su creación.