Yacimientos guanches, amenazados por la proliferación de motos y bicis de montaña por barrancos de Tenerife

Huellas dejadas por motos y bicicletas junto a un importante yacimiento guanche en el sur de Tenerife.

Álvaro Morales

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El colectivo de arqueología social Imastanen se hizo eco este lunes de las quejas de vecinos de Arico, municipio del sur de Tenerife cogobernado por el PSOE y el PP, debido a la creciente proliferación de motos de cross y bicicletas de montaña por espacios naturales y barrancos, algunos con vestigios y yacimientos guanches, que agravan el “abandono y destrucción que sufre el legado material indígena en la Isla”.

El grupo sostiene que esta práctica resulta cada vez más común en Arico, “donde se aprovecha la caótica gestión del territorio para realizar este tipo de actividades sin control alguno. Este descontrol institucional ha llevado a que muchos barrancos hayan quedado destrozados irreparablemente debido a la instalación de parques fotovoltaicos, a la proliferación de aerogeneradores -con todo tipo de vías de acceso asfaltadas-, escombreras y a otras intervenciones sobre espacios de valor geológico, natural y etnográfico, como antiguas canteras, sin tener en cuenta el impacto que esto ocasiona también sobre el paisaje y los ecosistemas”. 

Según recoge el colectivo que lidera Sixto García, “vecinos de la zona aseguran que resulta muy común ver motos y bicicletas de montaña circulando fuera de pista, aprovechando las laderas escarpadas y pendientes de la orografía característica del sur, para practicar estos deportes rodados sin que se esté garantizando un debido control de acceso y tránsito y, por tanto, poniendo en peligro la flora y fauna locales, y muy especialmente muchos yacimientos arqueológicos presentes, que siguen pasando inadvertidos. La mayoría de ellos continúan sin haber sido recogidos en la carta municipal, que, insistimos, sigue sin haberse completado en ningún municipio de la Isla, pese a la disposición que establece a este respecto la Ley de Patrimonio de 2019”.

Estación de cazoletas de origen guanche, sobre la roca en el sur de Tenerife.

Según sus datos, estas motos y bicicletas de montaña han alterado recientemente “una importante estación de canales y cazoletas, que, debido a su avanzado estado de erosión, está a punto de perderse para siempre, sin siquiera haber sido catalogada. Además, en una zona cercana, en donde se han producido intervenciones de desmonte y aplanamiento con maquinaria pesada, existe otra serie de yacimientos guanches que, como ya es norma, tampoco se encuentran catalogados”.

Los miembros de Imastanen se quejan de que “gran número de yacimientos siguen sin existir oficialmente para los encargados de gestionar el área, que no sólo ignoran su presencia, sino que continúan sin atender las demandas de nuestro colectivo por abordar la cuestión de una vez, antes de que termine por desaparecer tan rico legado por culpa de la inacción complaciente de quienes deberían velar por su protección. Reciben sueldos por ello y, sin embargo, acceder a los responsables municipales en Arico se ha convertido en una odisea, que denota desinterés y desidia. Llevamos dos años tratando de citarnos con los actuales responsables de Patrimonio en el municipio y otros tantos con el gobierno anterior, sin resultado hasta la fecha”.

La afección por torres de alta tensión, energía solar y aerogeneradores

Según lamentan, “no son sólo las motos, bicicletas, rallys de coches teledirigidos u otras prácticas irregulares lo que está poniendo en peligro el patrimonio natural y arqueológico de Arico, sino la instalación caótica y descontrolada de torres de alta tensión, complejos de energía fotovoltaica y aerogeneradores de gran envergadura, con sus centrales de distribución asociadas, que ocupan gran parte del territorio. Pistas para el transporte de materiales, accesos y conexiones están dejando una huella desoladora en un paisaje que antaño destacó por su incomparable belleza paisajística”. 

Detalle de la estación de cazoletas de origen guanche por la que pasan motos y bicis.

En este sentido, recuerdan las “lomas cubiertas por tabaibal-cardonal, que acogían numerosas especies vegetales y animales y que ahora se ven como grandes agujeros en el terreno, donde se acumulan escombros y proliferan todo tipo de especies invasoras, como el rabo de gato. Si el crecimiento ilimitado que experimenta el PIRS (plana insular de residuos sólidos) en Arico -obligado a ampliarse cada poco debido a la magnitud de la basura generada- y la actuación de algunos empresarios de la agricultura que convierten en vertederos los espacios adyacentes a sus invernaderos -con todo tipo de plásticos y vertido de escombros- pareciera poco, la masificación turística de valores tan emblemáticos como el Arco de Tajao están convirtiendo los espacios naturales del municipio en un terreno desolado, con el que se transmite el mensaje de que todo vale y, por tanto, que Arico es territorio sin ley”.

En Canarias Ahora, el colectivo denunció hace meses la situación del Arco de Bijagua, en Tajao, donde habían aparecido “flechas pintadas en blanco sobre el terreno, con lo que suponemos es cal, y sobre cuyo origen y responsabilidades nunca escuchamos pronunciarse al ayuntamiento. La celebración en la zona de frecuentes producciones audiovisuales con rodajes que comportan el tránsito de personas, vehículos, equipos y alteraciones sobre el medio sin autorización alguna -que también denunciamos en su momento en reiteradas ocasiones-, nos llevaron a pensar que dichas flechas pintadas podrían corresponder a alguna de estas actividades audiovisuales llevadas a cabo recientemente. El mismo partido que viene gobernando desde 2023 por un acuerdo entre PSOE y PP -en un insólito pacto porque, en menos de dos meses, la actual alcaldesa socialista cederá el bastón de mando a un partido que a escala estatal es su principal opositor- en sus últimos días de mandato, antes de ceder el poder voluntariamente a la que fuera cuarta política más votada en el municipio, acaba de pronunciarse a través de la alcaldesa en contra de las Zonas de Aceleración Renovables, según ella, por imposición del Gobierno de Canarias”.

Surcos dejados por las motos junto al yacimiento guanche en el sur de Tenerife.

“Más allá de declaraciones en huida, lo cierto es que el actual gobierno municipal ha tenido tiempo de sobra para demostrar interés en la protección y conservación natural y patrimonial de su territorio. Nuestras anteriores denuncias por el desmonte de una morra a raíz de una producción cinematográfica en la Caleta del Sordo, por las pintadas en el entorno del Arco de Tajao. La construcción sobre una zona arqueológica de alto valor de una estación fotovoltaica del ITER, la intervención con materiales extraños sobre una estación de cazoletas, la alteración de unos grabados y destrucción de una estación de cazoletas por la instalación de un aerogenerador o el atentado sobre unos grabados rupestres en un conocido barranco del municipio, entre otras denuncias públicas realizadas por nuestro colectivo en lo que va de mandato, no encontraron respuesta ni responsabilidades, pese a las promesas de actuación inmediata, nunca cumplidas”. 

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