Un aguililla vuela de nuevo sobre Fuerteventura
Un ejemplar de aguililla (Buteo buteo) localizado en Fuerteventura ha culminado su particular odisea regresando a la naturaleza después de que, en dos ocasiones, agentes de Medio Ambiente la hayan tenido que atender de diferentes heridas tras recibir el aviso de los vecinos.
Hace unos meses, vecinos del municipio de Tuineje entregaron el ejemplar de aguililla al personal de Fauna del Cabildo majorero tras haberlo localizado herido en el campo. Según ha informado la institución en un comunicado, la rapaz tenía un ala dañada, posiblemente a causa de una colisión, lo que hizo necesario su envío al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira (Las Palmas de Gran Canaria).
Tras recibir en Gran Canaria los cuidados necesarios, Medio Ambiente realizó la suelta de la aguililla en la zona de Tiscamanita, lugar especialmente adecuado para estos casos al encontrarse allí el comedero de guirres que se abastece de restos cárnicos del matadero insular de Fuerteventura, lo que asegura una disponibilidad constante de alimento. A pesar de su recuperación, el ave volvió a llegar a manos de los servicios insulares de Medio Ambiente el pasado 19 de abril después de que los vecinos de la zona dieran la voz de alarma.
En esta ocasión, el animal presentaba lesiones en el buche ocasionados, probablemente, por ingerir algún alimento en mal estado. La aguililla fue trasladada a la Estación Biológica de La Oliva en la que recibió los cuidados necesarios para volver a recuperarse hasta que el pasado 24 de mayo fue de nuevo liberada en el entorno de Tiscamanita.
La consejera de Medio Ambiente de Fuerteventura, Natalia Évora, ha resaltado que, a través del trabajo que realiza el personal de fauna, agentes y vigilantes, “se mantiene una presencia permanente en el medio y un contacto estrecho con la población”. Évora cree que la relación con ganaderos, agricultores y vecinos es “importantísima porque de ese contacto surge la información necesaria para actuar y recuperar a la fauna silvestre que aparece accidentada”.
La consejera ha destacado la importancia de haber anillado al ejemplar para poder realizar su seguimiento, lo que facilita a los servicios del Cabildo actuar, convenientemente, en caso de que vuelva a resultar herido.
