Dos años de cerco policial

El anuncio de la banda hecho público hoy se produce después de dos años en los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Francia han llevado a cabo numerosas operaciones contra todas las estructuras de su entorno que le ha llevado al estado de mayor de debilidad de su historia. Desde finales de 2009 la banda ha sufrido la desarticulación de su cantera organizada en torno a las siglas de SEGI, el ahogamiento de Ekin forzándola a disolverse, el desmantelamiento de bases logísticas como la de Óbidos o arsenales como el de Legorreta (Guipúzcoa) así como la detención de decenas de terroristas incluidos sus máximos dirigentes.

Uno de los mayores golpes contra la estrategia de ETA se produjo en febrero de 2010. La Policía y la Guardia Civil confirmaron la sospecha de que ETA pudiese tener una base logística en Portugal con la desarticulación de una casa situada en la localidad turística de Óbidos, al norte de Lisboa. Acosada hasta el extremo tanto en España como en el que un día fue su santuario francés, los terroristas buscaban oxigeno en el país luso.

Meses antes, en noviembre de 2009, la izquierda abertzale arrinconada por las sucesivas ilegalizaciones ya había comenzado a escenificar su apuesta por los principios Mitchell y las vías políticas, pero la cúpula de la banda no pensaba en dejar de matar tal y como dejó claro en su primer comunicado tras la declaración de Alsasua: “una tregua de ETA no conlleva que haya un proceso democrático”, replicaron los terroristas que insistían en “la lucha”.

Intentan instalarse en Cataluña y Portugal

Prueba de ello fueron los cerca de 1.500 kilos de explosivos -el mayor arsenal de la última década- hallados en la base de Óbidos, 300 de ellos preparados y mezclados ya para ser empleados en un atentado. Entre el material encontrado allí había planos de Madrid, Cádiz, San Fernando, la zona norte de Portugal y anotaciones de horarios autobuses de Cádiz.

Ese mismo mes de febrero, los máximos dirigentes de ETA en Francia se despedían del pistolero Faustino Marcos. Su misión era la de instalarse en Cataluña para montar allí otra base logística en la región, pero fue descubierto y detenido por la Policía Nacional en un tren a la altura de Portbou (Gerona). Antes de eso se había llevado a cabo una macroperación contra Segi en el País Vasco y Navarra que se saldó con una treintena de arrestados. También se detuvo en Guipúzcoa a Ibai Beobide Arza, quien cruzó la frontera con el mandato de crear varios taldes de 'legales' -no fichados- en el País Vasco.

De este modo, las fuerzas de seguridad iban frustrando los intentos de ETA para reestructurarse y pasar de nuevo al ataque tras su último atentado en verano de 2009 contra dos guardias civiles en Palma de Mallorca y después de varios meses sin detenciones en su cúpula dirigente, obligada a reinventarse tras las caídas de 'Txeroki' a finales de 2008 y rápidamente sus sucesores Jurdan Martitegui y Aitzol Iriondo.

Pero esta relativa estabilidad en la cúpula de ETA se rompió a finales de ese fructuoso mes de febrero de 2010 con el arresto en el norte de Francia del jefe etarra Ibon Gogeaskoetxea. La banda tenía que volver a recomponerse y, mientras, en marzo de 2010 mataba a la que hasta ahora es su última víctima mortal, el agente francés Jean Serge Nerin, quien fue disparado cuando trataba evitar el robo de varios coches por parte de ETA en las afueras de París.

Paralelamente, la izquierda abertzale ilegalizada continuaba con su escenificación de una apuesta por los métodos exclusivamente pacíficos con la vista puesta en las elecciones municipales del pasado mayo. También Otegi desde prisión concedía entrevistas en ese sentido y hasta un grupo de mediadores encabezados por Brian Currin pidieron a la banda desde Bruselas un alto el fuego.

Suspende las “acciones armadas ofensivas”

ETA tardó meses en responder a esas peticiones. No fue hasta el mes de septiembre de 2010 cuando la banda concedió un leve respiro a su brazo político anunciando que desde hacía meses que había suspendido sus “acciones armadas ofensivas”. La banda hacía ese pronunciamiento después sufrir el arresto de su 'jefe militar', Mikel Carrera Sarobe en Francia y la desarticulación del entramado de presos (H-Alboka) que le servía a ETA como nexo con las cárceles, entre otras operaciones.

Las fuerzas de seguridad continuaron con su actividad y durante la segunda mitad del año 2010 llevaron a cabo cerca de medio centenar de detenciones contra integrantes de distintas estructuras de la banda. En septiembre fueron arrestados nueve integrantes de Ekin y 7 de Askapena -aparato internacional-. En octubre fueron arrestados otros 14 miembros de Segi y en diciembre otros 8 (53 'cachorros' de la banda en sólo un año).

Esta situación de debilidad forzó a la banda a sumarse a la estrategia de Batasuna y en enero de 2011 decretó un alto el fuego, “permanente, general y verificable”, pero no “unilateral” como le había exigido el llamado Acuerdo de Gernika, donde también se le instó -a instancias de Aralar- que comunicase su “voluntad para un definitivo abandono de la violencia”.

A esa declaración le han seguido cerca de otro medio centenar de arrestos en lo que va de año incluyendo la última cúpula militar de ETA formada por Alejandro Zobarán, Xarla, y Mikel Oroz, Peru, detenida marzo en una localidad francesa cercana a Bélgica. También ha continuado el goteo de detenciones de miembros de Segi o los golpes definitivos a Ekin y Askatasuna en enero o la desarticulación del comando de legales Otazua a quien ETA ordenó atentar contra las Torres Kio de Madrid a principios de 2010 con el material de la base de Óbidos.

4.000 kilos de explosivos incautados desde 2009

Además en plena tregua, la Guardia Civil asestó el último gran golpe al almacén de ETA cuando en abril encontró en la localidad de Legorreta (Guipúzcoa) un caserío que escondía una tonelada de explosivo. De este modo asciende a cerca de cuatro toneladas de material para la fabricación de explosivos incautado a la banda terrorista ETA en 2009, 2010 y los cuatro primeros meses de 2011.

A lo largo de estos dos últimos años han sido detenidos personas relacionadas con ETA hasta en nueve países distintos. Se trata de México, Bélgica, Inglaterra, Francia, Portugal, Venezuela, España y Francia e Irlanda del Norte.

A pesar de la actual situación de alto el fuego, los terroristas de ETA han continuado con el robo de coches en Francia y el movimiento de sus militantes por el país galo. Para facilitar estos desplazamientos, los terroristas robaron en diciembre de 2010 una fábrica en la se hicieron con numeroso material para falsificar documentos. También han ido más allá como prueba la detención el pasado junio en Francia del etarra Domínguez Atxalandabaso procedente de Turín donde había adquirido numeroso material para la fabricación de explosivos.

Incluso los terroristas estuvieron cerca de hacer volar por los aires su propio alto el fuego el pasado abril cuando en un enfrentamiento con la Gendarmeria francesa la emprendieron a tiros contra los agentes que les perseguían. Uno de los policías resultó herido en un hombro y logró salvar la vida.

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