CC.OO. y UGT cifran el seguimiento en torno al 68% en Canarias
Exhiben siete casquillos de bala como prueba de la violencia contra los piquetes
MADRID/LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 29 (EUROPA PRESS)
Los secretarios de Organización de CC.OO. y UGT, Antonio del Campo y José Javier Cubillo, respectivamente, han cifrado en el en torno del 70 por ciento el seguimiento de la huelga general en toda España y un 68 por ciento en Canarias en el turno de noche.
Han señalado que si estas cifras se mantienen en el turno de mañana y en el de tarde, significaría que el paro general del 29 de septiembre lo habrían secundado unos 10 millones de asalariados de los 15 millones con los que cuenta el país.
En rueda de prensa conjunta, los sindicatos informaron de que la huelga está teniendo un seguimiento del 74 por ciento en el sector del metal, un 59 por ciento en la madera, un 70 por ciento en la construcción, un 80 por ciento en el sector químico, un 77 por ciento en el textil, un 100 por ciento en el sector minero, un 65 por ciento en el sector energético (incluyendo gas y agua), un 82 por ciento en el sector aéreo, un 78 por ciento en carreteras, un 90 por ciento en el mar, un 85 por ciento en transporte interurbano, un 90 por ciento en los mercas, un 60 por ciento en la enseñanza pública y un 32 por ciento en la enseñanza privada, entre otros.
Por comunidades, los datos sindicales constatan una participación del 76,8 por ciento en Andalucía; un 65 por ciento en Aragón; un 87 por ciento en Asturias; un 72 por ciento en Baleares; un 68 por ciento en Canarias; un 70 por ciento en Cantabria; un 72,3 por ciento en Castilla y León; un 80,2 por ciento en Castilla-La Mancha, un 80 por ciento en Cataluña; un 78 por ciento en Comunidad Valenciana; un 70 por ciento en Extremadura; un 80 por ciento en Galicia; un 76 por ciento en Madrid; un 72 por ciento en Murcia; un 74 por ciento en Navarra; un 30 por ciento en País Vasco, y un 71 por ciento en La Rioja.
Los representantes sindicales, que hablan ya de “éxito” de la huelga y de participación “masiva”, se han dirigido al Gobierno para decirle que tiene la oportunidad de llamarles “mañana mismo” para cambiar la reforma laboral y negociar la reforma de pensiones.
BRUTALIDAD POLICIAL.
Del Campo y Cubillo han criticado la “brutalidad” de las cargas policiales sobre los piquetes sindicales, algo que, según han señalado, no ha ocurrido en anteriores huelgas y que, en parte, atribuyen al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, por “calentar el ambiente” en los días previos a la huelga con sus ataques a los piquetes.
“Díaz Ferrán estaba mejor callado. En vez de mandar mensajes de tranquilidad, insinúa y acusa a los piquetes de actuar con violencia. En el futuro, determinadas declaraciones deberían ser reconsideradas y no animar a la violencia”, han criticado los responsables sindicales, que han advertido de que jamás se había empleado tanta violencia contra los piquetes.
Como ejemplo de la actuación policial “brutal” denunciada por los sindicatos, Del Campo y Cubillo han puesto como ejemplo un incidente ocurrido esta mañana en la fábrica de CASA, en Getafe (Madrid), donde la Policía ha llegado a efectuar siete disparos al aire. Los siete casquillos fueron mostrados en la rueda de prensa por el secretario de Comunicación de CC.OO., Fernando Lezcano, que ha dejado claro que “no se los ha traído de la feria”.
Hasta el momento, según apuntó Cubillo, 30 sindicalistas se encuentran todavía detenidos en las Comisarías de Madrid tras los incidentes con piquetes registrados en las primeras horas de la huelga.
Además, Cubillo ha denunciado que, por primera vez, se ha utilizado a “esquiroles” en una huelga general. Según ha explicado, los trabajadores de distribución de la prensa iban a ir a la huelga y se ha contratado “a un servicio de esquiroles” para que la prensa pudiera distribuirse.
Los secretarios de Organización de CC.OO. Y UGT han destacado además que los servicios mínimos se están cumpliendo en aquellas comunidades donde han sido pactados. En el caso de Madrid, han señalado que en el Metro los servicios mínimos no han funcionado al 50 por ciento decretado, sino que lo están haciendo al 20 por ciento.