El ''clasismo rancio'' del jefe de Policía de Canarias
La Confederación Española de Policía (CEP), sindicato que representa los intereses profesionales de más de 26.000 miembros del Cuerpo Nacional de Policía en toda España, ha acusado al Jefe Superior de Canarias, Valentín Solano, de “marginar” a los policías en su festividad y “militarizar” el acto celebrado en el Club Natación Metropole de Las Palmas, además de “ofender” a los jubilados.
El sindicato policial ha expresado en un comunicado su rechazo y condena por la forma en la que Solano ha organizado los actos del Día de la Policía. “El desprecio gratuito, bajo argumentos peregrinos y ofensivos, hacia el colectivo de policías jubilados este año, a los que no se invitó al acto, nos parece el primer y más grave error de lo que debe ser una jornada en la que los agentes y sus familias disfruten del Día de la Policía”, han señalado.
Para la CEP, los errores de esa festividad no se quedaron en este incidente. El sindicato considera que la festividad se convirtió en un “mal ejemplo de clasismo rancio”, separando en una zona reservada a mandos del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil “que disfrutaron, en plena época de crisis económica y recortes, de una atención especializada y exclusiva frente al resto de la plantilla, a la que se dejó fuera de esa zona VIP”.
Actitudes como esta demuestran, a juicio del sindicato, que el jefe superior de Policía “no concibe la festividad de los policías como el acto que une y confraterniza a una plantilla, sino como una oportunidad para marcar las diferencias entre una supuesta élite policial y quienes a la hora de la verdad, en el día a día, son los encargados de proteger la vida y bienes de los ciudadanos de la ciudad”. Para la CEP, este tipo de actitudes están “desterradas del cuerpo en casi toda España, pero resurgen en Canarias”.
Finalmente, la CEP quiere también denunciar la “militarización” sufrida en los actos de conmemoración del Día de la Policía por “el trato exclusivo” que se proporcionó a altos mandos de la Guardia Civil o del Ejército, a los que“ la atención y preeminencia que se les dio supera, con mucho, la normalidad en un acto protocolario, pareciendo, por momentos, que la festividad y homenaje la protagonizaban ellos y no los policías”.